Por Luis Enrique Arreola Vidal.
Imagina un patio enorme donde dos vecinos, Israel e Irán, se gritan desde hace mucho.
Un día, Israel dice: “¡Irán está armando algo súper peligroso!” y tira un montón de pelotitas de papel (sus ataques) a 40 lugares importantes de Irán, como si fueran sus juguetes favoritos.
¡Pum! Hasta rompen cosas donde Irán guarda sus secretos especiales.
Irán, furioso, responde lanzando pelotas más grandes, como globos con agujas (misiles y drones), que caen en las casas de Israel.
Hay niños llorando y patios rotos: 224 en Irán y 24 en Israel están muy lastimados.
De repente, llega el vecino más fuerte del barrio, Estados Unidos, con su jefe, el señor Trump.
Es como el niño grandote que todos miran.
Trump grita: “¡Irán, para ya o te doy un coscorrón!” Pero también dice cosas raras, como que sabe dónde se esconde el líder de Irán, como si jugara a las escondidas.
Algunos amigos de Trump, como Israel, le piden: “¡Ayúdanos, entra a la pelea!” Otros, como sus vecinos más tranquilos, dicen: “No, Trump, quédate afuera, ¡esto se puede arreglar hablando!”.
¿Por qué Trump dejó una reunión súper importante con otros niños grandes (el G7, como un club de líderes)?
Porque quiso correr a su casa para pensar bien qué hacer con esta pelea.
Dijo: “Esto es más grande que sentarme a charlar con ellos”.
En su cuarto, Trump junta a sus ayudantes y mira un mapa, pensando si manda más carritos de juguete (soldados y barcos) al patio o si trata de calmar todo.
¿Por qué le importa tanto a Estados Unidos? Primero, porque Israel es su mejor amigo, como ese cuate con el que siempre compartes unas chelas.
Segundo, porque en el patio de Irán pasa un río mágico (el petróleo) que todos necesitan para sus bicis y carritos (la gasolina del mundo).
Si la pelea tapa ese río, ¡todos se quedan sin moverse! Y tercero, Trump quiere que todos digan: “¡Qué buen jefe eres!” Si logra que Irán e Israel se calmen, será como ganar una medalla brillante.
Pero no es tan fácil. Los maestros del patio (la ONU y otros países como Francia) dicen: “¡Para, niños, hablen y no se peguen!”.
Una señora importante, Kaja(Kaja Kallas es una política y diplomática estonia, conocida por ser una voz fuerte en Europa), advierte: “Si Trump se mete a pelear, todo el patio se va a romper”.
Hasta los niños lejanos, como China, que a veces juega con Irán, miran preocupados, porque nadie quiere un patio destruido.
Ahora, todos esperan. Las pelotas siguen volando, y Trump dice cosas fuertes, pero también frena a Israel cuando quiere tirar una pelota gigante.
¿Se sentarán a hablar? ¿O el patio se llenará de más hoyos? Ojalá escojan compartir el patio y guardar sus pelotas. ¡porque todos queremos jugar en paz!