ANECDOTARIO.
POR JAVIER ROSALES ORTIZ.
RELATO1.-Estuve en el lugar y la conclusión fue que la apatía se
impuso y la deficiente publicidad, también.
Y es que los toldos que cubrían del sol a los supuestos pacientes que
padecen de diversas enfermedades y que requieren de atención en
forma rápida, segura y gratuita lucían casi vacíos, al grado de que
pude observar que los policías que vigilaban el lugar eran más que los
que buscan acercarse a un medico.
Eso si, uno de ellos estaba casi repleto por mujeres embarazadas que
esperaban su turno y luego salían felices con sus medicamentos en el
bolso y una cara de satisfacción, porque saben que recibieron una
atención digna de médicos profesionales y consagrados, que hacen lo
suyo con gran responsabilidad.
Se trata de las 18 locomotoras que por varios días hicieron fila en la
vieja estación del ferrocarril de Ciudad Victoria, capital de
Tamaulipas, que forman parte del famoso “Dr. Vagón”, impulsado por
grupos poderosos que con un gesto muy generoso llevan la atención a
todos aquellos ciudadanos de escasos recursos que necesitan ayuda.
Pero: ¿Qué pasó?. ¿Dónde estuvieron ellos?.
Y que no decir si fueron el alcalde de Ciudad Victoria, Eduardo Gattas
Báez, su esposa Lucy de Gattas y autoridades estatales quienes le
dieron la bienvenida a esta buena acción, la que pusieron en marcha
con los brazos abiertos, porque saben que los ciudadanos lo necesitan.
Y cómo no, si formaron parte de esta labor altruista médicos de once
especialidades, que son las más importantes, por eso no se explica que
los enfermos pusieron oídos sordos a este llamado que hicieron las
autoridades y los responsables de esta benéfica acción que aun
sorprende.
Seria tal vez la deficiente información que publicaron algunos medios
como las redes sociales que incluyeron entre las especialidades que se
brindaron a la Dermatología, la cual a final de cuentas no figuro en la
lista.
Yo estuve presente y hable con un medico perfectamente vestido que
estaba solo sentado bajo un toldo, quien también parecía sorprendido
porque al filo de las dos de la tarde pocos se habían presentado en el
abierto lugar.
Desde afuera los vagones color blanco con diversos logotipos se veían
impresionantes y desde adentro –quienes tuvieron acceso- los
dibujaron como un lugar de primera, como su se tratara de una clínica
privada y digna de un servicio particular.
Solo citar que aquí los hospitales públicos lucen totalmente
abarrotados por los pacientes previo registro y papeleo que les lleva
varias horas, mientras que el Dr. Vagón el paso fue libre y la atención
fue, única.
Ojala que a los victorenses no les siga ganando la apatía.
Que también la acompañan con la muina, el berrinche y el coraje,
Que se ve que, adoran.
RELATO 2.-No obstante de su titánica labor como rector de la
Universidad Autónoma de Tamaulipas, Dámasa Anaya Alvarado, no
pierde el tiempo y comparte con los tamaulipecos aspectos de su vida
privada que dejan buen sabor de boca porque son centenares las
visitas que ha recibido en las redes sociales.
Primero y con imágenes fotográficas y caricaturas chuscas, habla de la
forma en que conoció a su esposa Isolda Rendón, con quien duro tres
años y medio de novio y con quien se caso y tiene varios hijos.
Para él esto es una experiencia bonita porque con ella existe una
afinidad muy importante.
Se identificaron porque les gusta ir a cenar, el cine a ver películas de
terror y se leen la mente, según se aprecia en una breve entrevista que
el rector concedió.
Y ella, también le lanza flores con motivo del Día del Padre, porque
dice que es un hombre ejemplar, que se entrega al liderazgo con un
amor incondicional a su vida profesional.
En los videos la autoridad máxima de la UAT le pregunta a los
ciudadanos : ¿Qué te gustaría conocer de mi?.
Nada frena al rector y, eso, es bueno.
No creo que sea una inteligencia artificial.
Pero bueno, Usted juzgue.
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