Columna Opinión Económica y Financiera.

Dr. Jorge A. Lera Mejía.

La falta de acceso a financiamiento es uno de los principales obstáculos que enfrentan las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en México. Según la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN) 2024, tres de cada diez micro y pequeñas empresas que no recibieron financiamiento tuvieron que retrasar sus planes de expansión, y casi una de cada tres canceló inversiones previstas.

Esta situación afecta directamente la competitividad y el crecimiento del sector, impactando tanto la generación de empleo como la innovación.

El impacto de la falta de crédito es más severo en las microempresas (de 6 a 10 empleados), donde el 33% reportó que su crecimiento se vio limitado por la falta de financiamiento en 2023. En el caso de las pequeñas empresas, la cifra fue del 28%, y en las medianas, del 19%. Además, el 36% de las microempresas señalaron que los altos costos del financiamiento también limitan su desarrollo.

El rechazo de solicitudes de crédito no solo frena la expansión, sino que tiene consecuencias operativas: el 17% de las empresas canceló contratos con clientes y proveedores, el 13% detuvo operaciones temporalmente y el 8% tuvo que recortar personal. Ante este panorama, muchas mipymes recurren a recursos propios (utilidades, aportaciones de socios o venta de activos), lo que limita su capacidad de inversión y crecimiento a largo plazo.

Las dificultades para acceder al crédito en México tienen raíces estructurales. El 76.8% de las pymes mexicanas no tiene acceso a financiamiento formal, según datos del INEGI. Entre los principales retos destacan:

Falta de garantías y activos para ofrecer como colateral.

Altas tasas de interés y costos de transacción.

Asimetrías de información entre empresas e instituciones financieras.

Burocracia y complejidad administrativa.

Escasa digitalización y falta de historial crediticio.

Estas barreras son especialmente críticas para empresas lideradas por mujeres, donde solo el 13% logra obtener financiamiento formal.

En Tamaulipas, la problemática se ha agudizado recientemente por factores adicionales como la crisis hídrica, que ha afectado la operación de negocios en la zona sur del estado (Tampico, Ciudad Madero y Altamira). Ante este contexto, el gobierno estatal ha implementado programas de financiamiento ampliado, sumando 300 millones de pesos adicionales a la bolsa de créditos, con condiciones preferenciales en tasas de interés y plazos, en colaboración con Nacional Financiera y la banca comercial.

Además, el Fondo Tamaulipas ofrece esquemas innovadores de financiamiento para microempresas, pymes y programas estratégicos, con productos como microcréditos y créditos para emprendedores, buscando apoyar a quienes no cuentan con los recursos suficientes para iniciar o consolidar su negocio.

Propuestas de solución

Para abordar la falta de crédito y sus consecuencias en las mipymes, se pueden considerar las siguientes acciones:

  1. Fortalecer programas de garantías y fondos públicos

Ampliar los programas de garantías respaldados por el gobierno federal y estatal para reducir el riesgo percibido por los bancos y facilitar el acceso al crédito.

Impulsar alianzas con la banca comercial y de desarrollo para crear productos financieros adaptados a las necesidades de las mipymes.

  1. Promover la digitalización y formalización

Incentivar la adopción de herramientas tecnológicas y la formalización de las empresas, lo que facilita la creación de historiales crediticios y mejora la transparencia financiera.

Ofrecer capacitación en habilidades digitales y gestión financiera.

  1. Diversificar fuentes de financiamiento

Fomentar el uso de alternativas como SOFOMES, financiamiento de proveedores, crowdfunding y fondos de inversión, que pueden ser más accesibles para empresas sin historial bancario.

Apoyar la creación de redes de microfinanzas y cooperativas de crédito locales.

  1. Simplificar trámites y reducir burocracia

Digitalizar y agilizar los procesos de solicitud de crédito, eliminando barreras administrativas innecesarias.

Implementar ventanillas únicas para la gestión de apoyos y financiamientos.

  1. Incentivar la inclusión financiera

Desarrollar programas específicos para sectores vulnerables, como empresas lideradas por mujeres o ubicadas en regiones marginadas.

Promover la educación financiera y el acceso a información clara sobre productos y requisitos de crédito.

La falta de crédito es un freno estructural para el crecimiento y la competitividad de las mipymes en México y Tamaulipas. Superar este reto requiere una estrategia integral que combine el fortalecimiento de programas públicos, la innovación financiera, la digitalización y la inclusión, así como una colaboración más cercana entre gobierno, sector financiero y organismos empresariales. Solo así se podrá detonar el potencial de las mipymes como motor de desarrollo económico y social en el país.