Cd. Victoria, Tam.- Aunque se comentó en forma privada desde el primer momento, hasta este miércoles se hizo oficial que el mando policiaco atacado el lunes en un restaurante local fue el coordinador de la Guardia Estatal en Nuevo Laredo LUIS ÁNGEL PEÑAFLOR CAMEY.

El cual sobrevivió a la agresión, pese a ser cuatro los civiles que atentaron contra su vida para luego darse a la fuga. Y aunque andaba franco, es decir, de vacaciones, el hombre circulaba uniformado, con arma y patrulla. Se recuerda que antes ejerció un cargo similar en esta capital, al frente del polémico “Grupo Lince”.

Ya en Nuevo Laredo, el 18 de abril pasado fue denunciado por una joven de 20 años cuyo auto fue chocado por un vehículo policial que se pasó la luz roja en la intersección de las calles Anzures y Aeropuerto.

La muchacha resultó con lesiones serias que ameritaron hospitalización. Entre otros medios, cubrió la nota EL MAÑANA. Hay fotografías de ella (https://tinyl.co/3Kjs) que la muestran encamada en un nosocomio local.

Lejos de aceptar la responsabilidad y hacerse cargo del daño, los uniformados la bajaron con insultos del vehículo chocado y le arrebataron el teléfono. Así, golpeada y aterrorizada, bajo un cuadro agudo de crisis nerviosa, la interrogaron.

SIN PIEDAD

Insistían en preguntarle quién le ordenó provocar el choque, siendo obvio que los uniformados se habían pasado el alto. En lugar de prestarle auxilio, la culparon y maltrataron.

La joven, de nombre ESPERANZA NOEMÍ, levantó una demanda por diversos delitos, entre ellos, por lesiones y negligencia institucional, ante la Fiscalía de Justicia en Tamaulipas, donde se inició la carpeta de investigación: FGJT/FD/NUEVOLAREDO/NLDO/UG12/0168/2025 (https://tinyl.co/3KlO).

Se quejaba además de intimidación pues, pese a sus lesiones, los policías la presionaron buscando que asumiera la culpa del accidente. Al momento del impacto, ella se recuperaba de una intervención quirúrgica (cesárea) y el choque le provocó una ruptura interna que puso en peligro su vida

La víctima del abuso policial exigió en su demanda que tanto los responsables directos como su jefe PEÑAFLOR, respondan por los daños físicos, emocionales y materiales. Rudeza innecesaria, con nombres y apellidos.

Grosero desplante de fuerza ante una mujer sola y policontundida. Se supone que están entrenados en materia de derechos humanos. El caso era muy sencillo, nadie perdió la vida, fue solo un choque en un contexto urbano.

Con tantito sentido común, los agentes podrían haber actuado de otra manera, con el cuidado que merece una dama y la elemental objetividad de reconocer la culpa, por no respetar la luz roja. No es tan difícil ajustarse a la ley. Se hubieran evitado la demanda que hoy pesa contra ellos.

HISTORIAL TURBIO

Otro tema reciente, también de abril pasado, son los señalamientos contra PEÑAFLOR CAMEY por encubrir a un compañero suyo acusado de un doble homicidio perpetrado en Victoria en 2018.

Ojo al año de referencia, gobernaba entonces PANCHO CABEZA y la secretaría de Seguridad Pública estaba al mando del vicealmirante AUGUSTO CRUZ MORALES.

En redes y medios hay señalamientos más graves contra PEÑAFLOR, todavía sin argumentos sólidos; sin testimonios ni pruebas. Con una escarbada en #Google saltan a la vista.

Lo cierto es que el lunes pasado el hombre “nació de nuevo”, salvó su vida y (como decía la gente de antes) “no le tocaba”. Definitivamente la libró. Los agresores huyeron a pie tras abandonar la camioneta Ford que los transportaba. La cual ellos mismos incendiaron para borrar evidencias

Lo que resulta anómalo es que la vocería de seguridad desmienta la presencia en dicho restaurante de una importante dama que nada tiene que ver con la estructura gubernamental. Lo niegan tajantemente, como si hubieran recibido la orden directa de la susodicha. Su nuevo titular, WILLY ZÚÑIGA sabrá por qué lo hizo.

CUARTO CESE

Y bueno, una noticia rara antes de octubre pasado, el sexenio aquel de los abrazos. Ahora es distinto y al menos se avanza en el deslinde de responsabilidades en torno al contrabando de diésel cuya incautación fue dada a conocer el 31 de marzo por el gabinete de seguridad (SEMAR, SEDENA, GN, SSPC y FGR).

Diez millones de litros de combustible ilegal transportados en el buque CHALLENGE PROCYON, con bandera de Singapur, que dos semanas atrás (marzo 16) había zarpado de Beaumont, Texas, con su carga documentada (disfrazada) como presuntos lubricantes.

El día 19 atracó en el puerto jaibo poco antes de las nueve horas, en la Terminal de Usos Múltiples, instalación no autorizada para operar hidrocarburos. El diésel fue descargado con mangueras a camiones cisterna y autotanques. Maniobra similar a la realizada días atrás en Coatzacoalcos, del mismo barco.

¿Castigo?… Hasta ahora solo despidos (pequeño avance, antes ni siquiera eso). El caso más reciente es el almirante RUBÉN ALFONSO VARGAS, destituido de la dirección portuaria en Tampico, según informe de SEMAR.

Es el cuarto en caer. Antes cesaron a FRANCISCO JAVIER ANTONIO, exdirector de Administración; HUGO ALONSO RODRÍGUEZ, subgerente de Protección y el contralmirante LUIS JORGE GOICOCHEA, administrador de la aduana.

Cabe reconocer el mérito a las corporaciones civiles y castrenses que cumplieron bien su cometido, la incautación. La que falló (y sigue) es la FGR, de la cual no hemos visto una sola aprehensión relacionada con el millonario huachicolazo.

BUZÓN: [email protected]

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