Cd. Victoria, Tam.- Zapopan, Jalisco, ¿feminicidio?, sí, por supuesto; ¿revictimizaron los medios a la influencer caída VALERIA MÁRQUEZ, como se quejó, entre otras, CITLALLI HERNÁNDEZ?, afirmativo. ¿Escandalizan los comunicadores con el dolor de una familia?, sin duda. ¿Se abona el caso a la cadena de abusos perpetrada contra las mujeres en este país?, desde luego.
Coincidimos en lo básico. Aunque una vez formulados dichos considerandos, caben también los asegunes. En principio, era inevitable que se viralizara una nota de tal impacto.
Imposible evitarlo, ocurrió en plena transmisión, en tiempo real. El detonador que viralizó el hecho lo dio su propio canal en TikTok. De ahí al resto de las redes, el contagio fue automático.
La propia víctima contextualizó minutos antes el trágico suceso, al confesar sus temores. Se observa inquieta porque alguien con apariencia de mensajero la anduvo buscando, preguntó por ella. Está incómoda, en voz y rostro asoma la ansiedad, el deseo manifiesto de terminar la edición del día y retirarse.
Le faltó tiempo. Cuestión de consultar a un especialista en lenguaje corporal, qué nos dice esa expresión de sus ojos, en los minutos previos al crimen. Pavor mezclado con desesperanza, la sensación de un peligro inminente. Y así sucedió.
RELACION FATAL
Paradójico, que en el pasajero momento de felicidad casi infantil, cuando recibe el regalo anónimo de un peluche, aparece el ejecutor fuera de cámara, su voz pregunta por ella y fríamente cumple el encargo.
Añádanse los detalles revelados desde las primeras horas por las pesquisas policiales. Su relación con un jefe importante del cártel local. Detalle que se difundió paralelo a la noticia, desde la noche misma en medios electrónicos y al día siguiente en los impresos.
Asombra la transfiguración de la víctima en los años recientes:
(1) Entre su aspecto adolescente, pelo muy negro, cara redonda, brackets en la dentadura visible.
(2) Y la misma muchacha con menos volumen en las mejillas, teñida de un rubio poco creíble, que vimos en el video al momento del homicidio.
(3) O la sorprendente imagen de VALERIA en Instagram, por completo transfigurada. Afilado el rostro, barbilla, pómulos y mandíbula; sedosa la piel, enfundada en ropa cara y posando desde un lujoso avión privado, con todas las correcciones que Adobe Photoshop suele añadir a las tareas del cirujano plástico.
No era cualquier persona. De origen muy modesto, sin trayectoria empresarial ni grados académicos de relevancia, a sus 23 años había escalado tan rápido en estilo de vida y nivel de ingresos que hace pensar en nexos muy oscuros y comprometedores.
¿La chamba de influencer, en tan corta edad, alcanza para abrir una estética bien instalada como el “Blossom The Beauty Lounge”?… Amén de viajar y dar asesorías como emprendedora, consultora en imagen y empoderamiento femenino. Lo de moda, pues.
TARDÍO ARREPENTIMIENTO
Afloran evidencias en conversaciones personales y charlas vía chat, de que en fecha reciente había tomado conciencia del peligroso laberinto de complicidades en que andaba metida. Y su deseo de zafarse de tales compañías.
Aunque la respuesta no tardó en llegar. Por las mismas vías le advirtieron que la decisión de romper el lazo con sus promotores no dependía de ella sino de quienes convirtieron a la cenicienta en princesa.
Entre el alud de videos poblados de teorías conspirativas (algunas más jaladas que otras) uno de ellos sugiere que la muchacha empezó a buscar ayuda entre las autoridades y parecía estar considerando la posibilidad de convertirse en testigo protegido.
Importa repetirlo. Se trata de un feminicidio, un crimen infame, revictimizado por los medios, condenable desde cualquier punto de vista, lamentable para su familia y con un mensaje de dolor (uno más) para un país que se desangra cada día.
¿Se acercó demasiado al fuego?… De pronto parece inevitable evocar aquella canción de la Sonora Santanera. Un clásico del género: “ahí quemaron tus alas, mariposa equivocada….”
SEMANA ROJA
Días aciagos en materia de nota policiaca. En Ciudad Victoria, el pasado lunes cuatro civiles armados atentaron contra oficiales de seguridad que habían llegado de Nuevo Laredo y se encontraban en un restaurant sobre la avenida Hombres Ilustres. El reporte inicial habló de cinco heridos, entre uniformados y civiles. Sin deceso alguno, hasta el momento.
La ruidosa movilización efectuada por vehículos de las más diversas corporaciones, amén de las ambulancias, hizo pensar en un desorden mucho más amplio en la capital de Tamaulipas. Por el contrario, fue algo muy focalizado, contra blancos específicos, en un restaurante de mariscos.
Lo que siguió fue la búsqueda de los agresores, la respectiva carpeta de investigación, la atención de los heridos en el Hospital General y la omnipresente promesa de investigar, esclarecer y castigar.
Más grave fue el mortal ataque contra dos funcionarios del gobierno chilango, nada menos que XIMENA GUZMÁN, secretaria particular de la jefa CLARA BRUGADA y un asesor de nombre JOSÉ MUÑOZ.
Típica ejecución callejera. Al momento en que XIMENA, al volante de un Audi negro, esperaba a JOSÉ, su compañero de labores, el atacante desciende de una moto y a bocajarro les dispara a los dos. Muerte instantánea, la dama en su asiento, el caballero en la banqueta.
Queda en el aire la pregunta: ¿para quién es el mensaje?
BUZÓN: [email protected]