Cd. Victoria, Tam.- Sin precedentes, lo ocurrido a la gobernadora morenista de Baja California MARINA DEL PILAR ÁVILA y a su esposo CARLOS TORRES TORRES, a quienes les fue anulada la visa americana

Al menos desde que hay memoria, nunca habían llegado tan alto las sanciones del gobierno estadounidense contra personalidades del ambiente político mexicano.

Al momento de escribir estas líneas no existía una explicación oficial que permita entender tan drástica decisión. En su conferencia matutina de este lunes, la doctora SHEINBAUM dijo desconocer los motivos que animaron al Departamento de Estado y añadió:
-“No fuimos notificados de ningún caso”, “no nos adelantemos”, “ es importante esperar la información antes de emitir cualquier comunicado.”

Episodio imprevisto que al menos inspira ese sentimiento llamado “deja-vu” por partida doble. Expresión francesa que va mucho más allá de la traducción literal (“ya lo vi”). Se aproxima más a una sensación ambigua y sin duda inquietante, de haber experimentado antes un determinado suceso. Más que “ya lo vi”, le quedaría mejor el “ya lo viví”, con cierto ánimo de extrañeza.

SIN PERMISO NI AVISO

En principio, nos recuerda la jamás aclarada captura y traslado de ISMAEL, el “Mayo” ZAMBADA a Estados Unidos, en julio del 2024, de lo cual han pasado 10 meses y no hay una narrativa precisa, en cuanto a quiénes y cómo realizaron dicha maniobra binacional.

Solo versiones peregrinas, con el entonces presidente LÓPEZ OBRADOR solicitando informes al gobierno norteamericano, mañanera tras mañanera, hasta la conclusión de su gobierno, sin obtener respuesta.

El caso evoca también la odisea del alcalde matamorense ALBERTO GRANADOS, su esposa y un grupo de colaboradores, jamás esclarecida por autoridades de Brownsville.

Ni por el mismo GRANADOS quien jura haber conservado su visa, pero no la muestra. Ello en un mundo donde bastaría una fotografía con el celular (escáner sería mucho pedir) para dejar al munícipe libre de sospecha.

Pero volviendo con MARINA y CARLOS, hoy se sabe que la pareja gubernamental oriunda de Mexicali tiene su residencia principal en San Diego, California, 15 millas al norte del cruce fronterizo entre Tijuana y San Ysidro.

Las redes de aquella región especulan sobre los presuntos nexos de la gobernadora y su cónyuge con la lucrativa industria del lavado. Y así lo afirma, entre otros, el exgobernador de allá mismo y también morenista, JAIME BONILLA, al señalar una relación de la pareja con el crimen organizado.

TIEMBLA Y RUMBA

Siete años vivió el autor de esta columna en la capital mexicana. Me tocaron temblores de la más variada especie, unos más rudos que otros y de ambos tipos, trepidantes y oscilatorios. Con los primeros brincamos, los segundos nos mecen (“arremecen”, dicen los chilangos).

Pero eso que se sintió en Nuevo León con epicentro en Montemorelos y efectos en Monterrey se antoja algo distinto. No es la primera vez, pero su irrupción es igualmente atípica. Vibraciones repentinas, cortas, ruidosas.

Algo se retuerce en el subsuelo, no precisamente por el reacomodo natural de las placas tectónicas. Cabe preguntar en qué medida la mano del hombre contribuye en todo esto; en esta región tradicionalmente considerada de baja sismicidad.

Las dos sacudidas mayores de este domingo 11 de mayo se registraron a las 19:29 horas, con magnitud de 4.5 grados Richter, y las 21:33 horas, de 3.8 grados. Ambas con una profundidad de 5 kilómetros, considerada superficial.

Para el común de la gente, la duración fue entre 5 y 6 segundos, aunque el Sismológico habla de medio minuto, incluyendo vibraciones menores, imperceptibles.

La explicación natural que deriva de la actividad tectónica habla de fallas geológicas y se remite a reportes que datan del siglo 19, al menos, en la franja de Montemorelos, General Terán y Linares.

LOS EXCESOS

Quienes, en cambio, piensan en una probable sismicidad inducida por la acción humana, mencionan la actividad minera, la explotación desmedida de mantos freáticos y el fracking, la extracción de gas shale mediante la ruptura violenta del subsuelo rocoso por el bombeo de agua y químicos a profundidad.

Método polémico por su severo impacto ambiental. Algunos estudiosos han vinculado la fractura de rocas propia del fracking con la reactivación de fallas naturales, en municipios cercanos a Montemorelos, como Los Ramones y China

Y está también la actividad minera. En particular, la extracción de barita, mineral no metálico apreciado en las industrias del vidrio, caucho, pinturas y también (ojo) la perforación de yacimientos gasíferos. Como, por ejemplo, en Burgos.

Nuevo León es líder nacional en barita, con el 84% de la producción mexicana, en municipios como Galeana y Aramberri. Su principal destino es (otra vez) Burgos.

Entre los factores humanos cuenta también la sobreexplotación de acuíferos, por el efecto llamado “subsidencia” (hundimiento del terreno). Lo cual revive fallas geológicas y la inducción de sismos.

En Nuevo León, la extracción intensiva de agua subterránea es un problema documentado en el área conurbada de Monterrey. Y también en zonas rurales, los municipios de la región citrícola, como Montemorelos, General Terán, Linares, Hualahuises, Allende y Rayones, entre otros.

El caso es que son temblores atípicos, anomalías que hacen sospechar el concurso de la ambición y la irresponsabilidad humanas. Tarde que temprano, la Madre Natura devuelve el golpe.

BUZÓN: [email protected]

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