#DESDELAFRONTERA
POR PEDRO NATIVIDAD
Cuando Carmen Lilia Canturosas inició su primera gestión al frente del gobierno de Nuevo Laredo, no fueron pocos los que la criticaron. Apostar por la construcción de colectores pluviales y sanitarios, una obra que no se ve, que corre bajo tierra y que rara vez se celebra, fue motivo de burlas por parte de la oposición. Para muchos, fue un error político. Hoy, la historia se encarga de demostrar que no se equivocó.
En días recientes, durante la presentación de los Planes Hídricos Integrales Municipales, encabezada por el gobernador Américo Villarreal Anaya, quedó claro que aquella decisión visionaria ha convertido a Nuevo Laredo en un referente estatal en infraestructura hidráulica. Lo que entonces fue blanco de críticas, ahora es ejemplo a seguir en Tamaulipas.
El gobernador no escatimó en reconocer el esfuerzo del municipio y el liderazgo de Carmen Lilia, destacando proyectos estratégicos como la modernización de la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales (PITAR), que ahora devuelve más del doble de agua tratada al río Bravo, pasando de 500 a más de mil litros por segundo, generando beneficios ambientales y sociales de alto impacto.
El éxito de estos proyectos no es obra de la casualidad. Es el resultado del uso responsable de los recursos federales, la gestión eficiente del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), y una coordinación ejemplar entre los tres niveles de gobierno. La colaboración entre Carmen Lilia, el gobernador Villarreal Anaya y la presidenta Claudia Sheinbaum ha dado lugar a una sinergia pocas veces vista en administraciones anteriores.
Mientras otros se dedicaban a politizar o desinformar, la alcaldesa apostó por la transformación de fondo, no de forma. Y hoy, los neolaredenses viven las consecuencias positivas: mejores servicios, infraestructura moderna, agua limpia, y una ciudad que avanza con paso firme hacia el desarrollo sostenible.
Carmen Lilia tuvo la razón. Su visión de largo plazo y su compromiso con la mejora real de la calidad de vida de la gente hoy son reconocidos a nivel estatal. Y lo más importante: han sentado las bases para un Nuevo Laredo más fuerte, más digno y más justo para todos.
CIUDAD MADERO Y LOS 219 MDP QUE ANDAN FALTANDO
Por fin se empieza a destapar el cofre de las irregularidades en Tamaulipas. Y esta vez, quien queda en el centro del huracán es el Ayuntamiento de Ciudad Madero. Según medios locales, la Auditoría Superior del Estado (ASE) lo colocó como el octavo municipio más observado en toda la entidad. ¿La cifra del escándalo? Doscientos diecisiete millones de pesos sin justificar. No es un error de dedo. Son millones de pesos.
El informe AED/022/2024 no deja lugar a dudas. Aplicando normas nacionales, la ASE emitió 26 observaciones al ejercicio fiscal 2023 del gobierno maderense. De esas, 132 millones de pesos fueron etiquetados directamente en Pliegos de Observaciones, lo que indica presuntas irregularidades graves. Y si eso no fuera suficiente, se suman otros 78 millones bajo el concepto de Promociones de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria.
Pero en Ciudad Madero parece que el desorden administrativo es una tradición familiar. El DIF municipal, una institución que debería estar cuidando a los más vulnerables, también enfrenta su propio expediente: más de 10 millones de pesos sin respaldo documental. Un agujero negro presupuestal que despierta sospechas y confirma que el desaseo no es solo financiero, sino ético.
Los hallazgos no son menores. Las irregularidades van desde nóminas sin sustento, pasando por conflictos de interés maquillados y contratos otorgados fuera de toda legalidad. Una suerte de manual de malas prácticas públicas. Todo indica que la opacidad se convirtió en política oficial.
El auditor Francisco Noriega fue tajante: “Esto ya no son auditorías de chocolate”. Y lo demuestra con cifras. En lo que va del actual gobierno, se han promovido 45 denuncias penales, casi el doble que en los ocho años anteriores. El mensaje es claro: ya no basta con esconder la basura debajo de la alfombra.
Ciudad Madero no solo enfrenta un problema contable; enfrenta una crisis de confianza. El reto ahora está en saber si esta revisión será solo un regaño en papel o si habrá consecuencias reales. Porque mientras los millones desaparecen, lo que se desvanece es la credibilidad en las instituciones… ¿Qué no?, NOS LEEMOS.
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