La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
Si a MORENA-TAM lo cimbró su vinculación con el clan del guachicol, al PAN lo pulverizó su relación con los grupos antisociales. (Aunque ambas cosas son lo mismo). Una y otra organización política no fueron vulneradas por el discurso alternativo de su contrario; resultaron dinamitadas, por la falta de rectitud, verticalidad y ética desde su interior.
De hecho, fue eso: una potente implosión que los tiene severamente afectados en sus estructuras internas.
Ya se dijo: MORENA tiene achicada su baraja para 2027.
El PAN –o el PRIAN– vive similar circunstancia.
Su drástica caída en las preferencias electorales del 2012 a 2018 marcó su derrumbe; en cada una de las elecciones subsecuentes pierde terreno con los tamaulipecos.
El PAN, fue tomado por asalto por la familia Cabeza de Vaca.
Desde que Francisco García Cabeza de Vaca se convirtió en gobernador, el crimen se instaló totalmente en todas y cada una de las venas del gobierno. No es especulación: aún hoy el exgobernador, anda con amparo en la bolsa por los varios delitos que cometió en contra del erario tamaulipeco.
El PAN, dejó de ser refugio de militantes serios y valiosos. Tomó el partido, una secta la cual priorizó el enriquecimiento de su jefe. Todos los dirigentes, dejaron de ser líderes políticos para transformarse en cómplices de los hermanos Cabeza de Vaca.
Tanto se filtró en la opinión pública los excesos de la tribu de los Cabeza de Vaca, que el pueblo les dio la espalda y decidió castigarlos con su voto. De esa forma, esta pandilla hundió al Truko Verástegui y a todos los candidatos vinculados a ellos.
En las principales ciudades, fueron aplastados muchos panistas cancelándoles sus futuros políticos; el pernicioso gobierno de Francisco y sus hermanos, resultó un lastre en sus cuellos que los hundió hasta el fondo del lodazal prohijados por las conductas de los tres fraternos.
¿Quién sobrevivió a esa hecatombe?
No muchos
¿Y con reales capacidades competitivas?
Pocos, muy pocos.
La senadora Imelda Sanmiguel Sánchez y los diputados Truco Verástegui y Chucho Nader.
La nuevolaredense con un vínculo innegable, con los hermanos Cabeza de Vaca; el mantense, con una relación cercana con los reynosenses; y el tampiqueño Nader que desde que los Cabeza de Vaca, llegaron tomó una discreta distancia de la pandilla fronteriza.
La mayoría de los cuadros destacados del PAN, los exhibieron como parte del grupo saqueador, disminuyéndoles su potencia para aventuras electorales porvenir.
El exalcalde tampiqueño es el único a salvo de ese naufragio.
El soberbio trabajo mostrado en las dos administraciones municipales que encabezó, todavía le proporciona fuelle para participar con posibilidades.
¿Se dará el milagro?
Es posible.
Finalmente, tendremos que votar por el candidato (a) menos malo (a).