Columna Rosa, sólo para Mujeres.
Por: Lic. Bárbara Lera Castellanos.
Este dia de la niña y del niño la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) no lo dejó de festejar, siendo atendido en emotiva ceremonia por la Lic. Isolda Rendón de Anaya, presidenta de Familia UAT.
En su intervención, expresó su emoción al dirigir su mensaje en representación de Familia UAT y del Rector Dámaso Anaya Alvarado, para compartir el sentido y la esperanza que inspiran las actividades en apoyo a nuestros niños y niñas. Cada encuentro, cada sonrisa, cada pequeño logro de nuestros infantes es un recordatorio del compromiso que tenemos con su bienestar, su educación y su felicidad.
Desde el primer día en que asumí la responsabilidad de presidir Familia UAT, he tenido la fortuna de ser testigo del amor, la dedicación y la entrega con la que nuestra comunidad universitaria abraza a sus miembros más pequeños. Hemos caminado juntos, hombro con hombro, para fortalecer los espacios donde nuestros niños crecen, aprenden y sueñan. Sabemos que la infancia es la etapa más valiosa de la vida, y por eso, cada acción que realizamos busca sembrar en ellos la semilla de la confianza, la creatividad y la alegría.
Recientemente, en el marco de nuestra campaña “Sanando Corazones”, vivimos un acto profundamente emotivo, donde la generosidad y el espíritu solidario de nuestra comunidad se hicieron presentes para apoyar a los niños y niñas que más lo necesitan. Fue un momento de unión, de esperanza renovada, y de compromiso con el futuro de Tamaulipas y de México. Porque cada corazón que sanamos, cada sonrisa que devolvemos, es una victoria para todos.
En el Círculo de Desarrollo Infantil y en el CENDI-UAT, reafirmamos día a día nuestro compromiso con la educación especial y la atención integral de la niñez. Estos espacios no solo son centros de aprendizaje, sino verdaderos hogares donde se cultivan valores, se fomenta la inclusión y se promueve el respeto a la diversidad. Nos llena de orgullo saber que nuestros programas y festivales, como el reciente Festival de Primavera, no solo celebran la alegría de los niños, sino que también fortalecen el sentido de comunidad y el bienestar de las familias universitarias.
Quiero agradecer de corazón a cada persona que ha sumado su esfuerzo: a los docentes, trabajadores, padres y madres de familia, y por supuesto, a los voluntarios de Familia UAT. Gracias a ustedes, hemos podido organizar festivales, jornadas recreativas, colectas y campañas solidarias que han tocado la vida de cientos de niños. Recuerdo con especial cariño los eventos del Día del Niño, llenos de juegos, risas y actividades que nos recuerdan la importancia de celebrar la infancia y de proteger su derecho a la felicidad.
Nuestra labor no termina aquí. Seguiremos impulsando la certificación y mejora continua de nuestros centros infantiles, convencidos de que la calidad educativa y el cuidado amoroso son la base para formar generaciones fuertes, seguras y solidarias. Cada proyecto, cada iniciativa, cada pequeño gesto, es un paso más hacia una universidad más humana, más incluyente y más comprometida con su niñez.
A los niños y niñas de la UAT, quiero decirles que ustedes son el corazón de nuestra universidad. Sus sueños nos inspiran, su alegría nos motiva y su bienestar es nuestra mayor responsabilidad. Nunca dejen de soñar, de jugar, de aprender y de creer en ustedes mismos. Porque en cada uno de ustedes está el futuro brillante que todos anhelamos.
A las familias, gracias por confiar en nosotros y por caminar juntos en esta hermosa misión. Sigamos construyendo, con amor y esperanza, un entorno donde cada niño y niña de la UAT crezca feliz, seguro y pleno.