Enfoque Sociopolítico
Por Agustin Peña Cruz*
La Cuarta Transformación de México, encabezada por Andrés Manuel López Obrador,
culminó el 30 de septiembre de 2024, dejando un legado controversial pero importante
en la política nacional. Si bien su gobierno fue marcado por una retórica de “abrazos, no
balazos”, que reflejaba una estrategia enfocada en la pacificación y el diálogo, la
transición hacia el mandato de Claudia Sheinbaum Pardo, su sucesora, representa un
giro drástico en las políticas de seguridad.
Con la llegada de Sheinbaum a la presidencia, la política de «abrazos, no balazos»
queda atrás para dar paso a un enfoque más duro y directo frente a la creciente crisis
de violencia que ha azotado al país. Mientras que López Obrador priorizó la
reconciliación social y una propuesta de seguridad basada en la justicia social, la nueva
administración se enfrenta ahora a un fenómeno mucho más complejo: la lucha contra
el fentanilo y las organizaciones criminales que operan con una impunidad que parece
haberse incrementado durante los últimos años.
La transición política se da en un momento crítico para México, donde la guerra contra
las drogas ha tomado un nuevo rumbo, más enfocado en la desarticulación de redes
internacionales de narcotráfico y el freno a la creciente penetración de sustancias como
el fentanilo, cuyas consecuencias devastadoras para la salud pública son ya evidentes.
La política de Sheinbaum parece ser una respuesta directa a la incapacidad de la
administración anterior para frenar las operaciones ilícitas de carteles que no solo
controlan rutas de tráfico, sino que también han comenzado a desbordar los límites del
país, afectando la seguridad nacional.
Al asumir el liderazgo, Claudia Sheinbaum ha dejado claro que el combate al
narcotráfico y las organizaciones criminales será una de sus prioridades. El enfoque de
«abrazos, no balazos» ha sido sustituido por una postura más confrontativa que busca
erradicar la violencia mediante acciones más contundentes y el fortalecimiento de las
fuerzas armadas y la inteligencia federal. A medida que México se adentra en una
nueva etapa política, la administración de Sheinbaum se enfrenta al reto de equilibrar la
seguridad con la preservación de los derechos humanos, un tema que siempre ha
estado presente en la agenda de la Cuarta Transformación.
Los primeros indicios de esta nueva política de seguridad reflejan un cambio de 360
grados hacia un enfoque de mayor control, en el que el gobierno parece dispuesto a
enfrentarse a los carteles de manera más directa y con una estrategia militarizada, algo
que no fue bien recibido durante el gobierno de López Obrador, quien se inclinaba por
políticas de pacificación y perdón. Este cambio no solo es una respuesta a la
intensificación de la violencia, sino también a la presión internacional y las crecientes
demandas de resultados concretos en la lucha contra las drogas.
A este giro se le suman las implicaciones internacionales del combate al fentanilo,
impulsadas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien ha señalado
a los carteles como organizaciones terroristas. México, como un actor relevante en la
ruta de tráfico de esta droga, se ha visto presionado por Estados Unidos y otros países
para tomar medidas más drásticas. En este sentido, la política de Sheinbaum podría ser
vista como una respuesta a las críticas de su predecesor, quien evitó confrontaciones
abiertas con los carteles, apelando más a la diplomacia interna que a la fuerza.
Por ello, el futuro de la Cuarta Transformación, bajo esta nueva óptica de seguridad, se
perfila incierto. Si bien Sheinbaum ha sido vista como una mandataria capaz de
consolidar el cambio en el país, aún está por verse si su política de seguridad será
efectiva en frenar la creciente violencia y el crimen organizado sin comprometer los
principios de justicia social que caracterizaron la administración de López Obrador. Por
lo que, la transición de “abrazos, no balazos” a un enfoque más beligerante abre un
nuevo enfoque en la historia política de México, uno que podría redefinir la seguridad
nacional para las próximas décadas.
Nos vemos en la siguiente entrega mi correo electrónico es [email protected]
- El Autor es Master en Ciencias Administrativas con especialidad en relaciones industriales,
Licenciado en Administración de Empresas, Licenciado en Seguridad Pública, Periodista
investigador independiente y catedrático.