Tinta Negra
Alfredo Guevara
Desde que fue candidato a senador por el Partido del Trabajo, elección que no ganó y sacó una mínima cantidad de votos, FRANCISCO CHAVIRA MARTÍNEZ había permanecido alejado del escenario.
Sin embargo, ahora enfundado en un movimiento denominado “Unidad Nacional”, integrado por una veintena de hombres y mujeres, utilizó las escalinatas de palacio de gobierno en apoyo a la presidenta de México, por el tema de la aplicación de los aranceles por Estados Unidos.
Lo hizo acompañado de ALEJANDRO CASTREJÓN CALDERÓN, quien fuera funcionario en una subsecretaría del Trabajo, en el gobierno de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.
De hecho, ALEJANDRO ocupó el cargo, cuando ESTHELA CHAVIRA, hermana de FRANCISCO, asumió la titularidad en la Secretaría del Trabajo, en los primeros años de gobierno de CDV.
Fue uno de los compromisos políticos de CDV con FRANCISCO, al haber declinado este último, en la misma elección en la que los dos, fueron candidatos a la gubernatura, el primero postulado por el Partido Acción Nacional y el segundo como independiente.
Obvio, como en todo, el compromiso político terminó en los primeros años de la administración de CDV, causando baja ESTHELA en la titularidad de la Secretaría del Trabajo, a donde llegó MIGUEL ÁNGEL VILLARREAL ONGAY, amiguísimo de CDV.
Quizá por ello, ALEJANDRO CASTREJÓN se siente comprometido todavía con FRANCISCO CHAVIRA para acompañarlo en este tipo de movimientos sociales, no representativos, pero que hacen ruido en aras de llamar la atención.
Al menos así se vio en las escalinatas, donde la lona con las siglas de la UNT-México fue más extensa que los 20 hombres y mujeres que “alzaron la mano” en señal de apoyo.
Lo cierto es que cualquier merolico o pelea de perros en la calle, pudo haber juntado más gente, que la que se pronunció en apoyo a la imposición de los aranceles.
De hecho, el presidente de Estados Unidos posiblemente estará “preocupado” por la advertencia de CHAVIRA y compañía, de bloquear los puentes internacionales con Tamaulipas, hasta que desista de imponer los aranceles.
Y más la gente que gusta de ir a Brownsville o el Valle de Texas, en fines de semana largo como el que se avecina, a quienes les pidió dejar de comprar productos en Estados Unidos. En fin.
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Poca gente; mucho ruido
