Enfoque Sociopolítico |
Por Agustin Peña Cruz*
En la vida, hay quienes nacen para servir a los demás y quienes se sirven de ellos. En el
ámbito del servicio público, una premisa debe quedar clara: los cargos son temporales y, si
las aspiraciones políticas miran hacia el futuro, los resultados deben hablar por sí mismos.
La capacidad de gestión y solución de problemas es la carta de presentación de quienes
realmente están comprometidos con su labor.
Un ejemplo tangible de esta filosofía es el director del Tecnológico de Ciudad Madero, Juan
Dionisio Cruz Guerrero, quien previamente dejó una huella significativa en la Universidad
Tecnológica de Altamira. Durante su gestión, no solo consolidó la calidad educativa, sino
que impulsó un modelo de enseñanza con calidez humana. Su legado incluyó la histórica
incorporación de dos maestrías —algo inédito hasta entonces— y la proyección de la UT
Altamira como un referente en el ámbito de los semiconductores y el intercambio académico
internacional.
Hoy, con una visión renovadora, Cruz Guerrero ha logrado posicionar al Tecnológico de
Ciudad Madero como un pilar de la educación superior en el sur de Tamaulipas. La
institución, que había quedado rezagada con el paso de los años, ha comenzado a
recuperar el brillo de sus primeros tiempos desde su llegada el 16 de agosto del año
pasado. Su gestión ha sido comparable a la del legendario Rey Midas, pues todo lo que ha
tocado en materia educativa lo ha transformado en progreso.
Su nombramiento no fue fortuito. Sus predecesores dejaron una administración marcada
por el estancamiento y la controversia. Héctor Arnulfo Hernández Enríquez, señalado por
presuntos actos de corrupción, fue removido en marzo de 2022 por Juan Manuel Cantú
Velázquez. En su lugar asumió Ana María Mendoza Martínez, también envuelta en
acusaciones, seguida por Luciano Aguilera Vázquez, cuya gestión no estuvo exenta de
irregularidades. Finalmente, Cruz Guerrero asumió el cargo, imprimiendo un giro radical en
la administración del instituto.
Uno de sus principales logros ha sido la construcción de consensos, no solo con los líderes
sindicales, sino también con los grupos estudiantiles, logrando un ambiente de estabilidad y
transformación dentro del campus. Entre sus iniciativas más recientes destacan la
modernización del equipamiento informático, la adquisición de un autobús de 18 plazas y la
creación del primer museo de geología en Tamaulipas. Además, ha mantenido un diálogo
constante con las academias y los distintos capítulos estudiantiles para atender sus
necesidades de manera efectiva.
Desde sus primeros días al frente del Tec de Madero, quedó claro que su enfoque era la
acción: la construcción de la barda perimetral del boulevard Adolfo López Mateos fue una
de sus primeras decisiones, demostrando no solo su conocimiento en infraestructura
educativa, sino su capacidad de gestión para transformar una institución en beneficio de la
educación, la educación y más educación.
Nos vemos en la siguiente entrega mi correo electrónico es [email protected]
- El Autor es Master en Ciencias Administrativas con especialidad en relaciones industriales, Licenciado
en Administración de Empresas, Licenciado en Seguridad Pública, Periodista investigador independiente
y catedrático.