El Patinadero

Juan Antonio Montoya Báez

La imaginación del edil no tiene límite, es del tamaño de su ambición y su inmoralidad, pues siempre busca la manera de obtener el mayor beneficio personal.

Definitivamente no es la clase de políticos que necesitaba Morena, que prometía hacer las cosas diferentes, pero cuyo líder nacional MARIO DELGADO y su enviado MARIO LLERGO comercializaron las candidaturas.

Las ofertaron al mejor postor, ni siquiera hicieron la revisión de perfiles, simplemente subastaron posiciones y aceptaron la mejor propuesta.

La venta más escandalosa fue la que se hizo a favor del “TICO” GARCÍA, quien quería al precio que fuera la alcaldía de ciudad Victoria, pero defraudado al recibir mentira, no le dieron más que una levantadita de mano y una palmada en la espalda.

Sin embargo, en esa comercialización de candidaturas se le colaron algunos sinvergüenzas que hoy exhiben su ambición, ahora que ya se encuentran en la cúpula del poder.

No es el primer acto de corrupción que exhibe en su vida, como ex alcalde dejo un sabor amargo, pero los ciudadanos ingenuamente decidieron darle otra oportunidad, de lo cual se arrepienten.

Son varios los actos de corrupción que cometió, los cuales van desde un jaripeo fantasma y haberse embolsado cientos de miles de pesos por eventos deportivos y culturales.

Sin embargo, los actos irregulares surgen diariamente ante el escándalo, ante el poco asombro de los ciudadanos recuerdan que sí ya lo conocían para que nuevamente lo elegían.

Se trata del alcalde RENÉ LARA CISNEROS, presidente municipal de Tula, quien no puede ocultar la sombra de corrupción que siempre eclipsa su vida, pero no se le ven ganas de cambiar, por el contrario, le gusta llenarse de manchas, espera terminar como un hombre sin dudas, ni penas, todo de negro.

Ahora es como acaban de filtrar otra factura para una constructora por el arreglo de caminos ejidales, por un monto de casi de un millón 100 mil pesos.

Lo increíble del caso, es que los caminos fueron arreglados por los habitantes de esas comunidades y no por el Ayuntamiento.

Dicen que LARA CISNEROS paso por los ejidos y vio que chapoleaban los caminos, por lo que decidió sacarle raja, por lo que facturó los trabajos por medio de una de las empresas con las que trabaja.

Después de todo a nadie le cae mal un millón de pesos y menos para un personaje ambicioso, quien en su cerebro malicioso decidió facturar el incendio del basurero municipal de Tula.

Cobró casi 400 mil pesos a una constructora por concepto de limpieza del basurero municipal, que se incendió y con maquinaria de Ayuntamiento se hicieron los trabajos de rehabilitación que se le pagaron a un particular.

Con RENÉ se puede realizar un nuevo libro de la rapiña y el saqueo, a diario inventan nuevas formas de arrasar con el presupuesto.

Esperamos que el Auditor Superior del Estado llegado el momento haga una revisión de las cuentas mochas del alcalde tulteco.

Por su parte, el Rector DÁMASO ANAYA ALVARADO presidió la apertura del proceso de reacreditación del programa de Médico Cirujano de la Facultad de Medicina Tampico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, que busca asegurar que la formación de los futuros profesionales se mantenga alineada con los estándares de calidad de acuerdo al Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica.

La UAT tiene una tasa de acreditación del 98 % de las licenciaturas, lo que refleja su compromiso con la formación de profesionales altamente capacitados.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

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