Enrique Jonguitud 

Ciudad Victoria, 15 de enero- Al menos 200 mil hectáreas de sorgo y maíz se dejaron de sembrar en el Valle de San Fernando, principalmente porque los costos de producción rebasaron a los agricultores, y también por razones de inseguridad, afirmó la diputada local Marina Ramírez Andrade, del Partido Acción Nacional (PAN).

Aseguró que esto ha ocurrido durante los últimos dos años cuando la falta de apoyos de la Federación ha sido evidente, provocando severas afectaciones a la producción en el campo de Tamaulipas.
La diputada local señaló que «hay lugares que no se sembraron, que no se van a sembrar por el tema de la inseguridad; ésa es una realidad, también está afectando mucho al campo».

Ramírez Andrade consideró que, además, los productores no cuentan con el dinero suficiente para cubrir los costos de operación y porque han sido escasas las ganancias de los últimos tres ciclos agrícolas.
También atribuyó la mala situación del campo de Tamaulipas a que se importa una gran cantidad de sorgo, sin embargo, “los campesinos tamaulipecos no pueden competir con agricultores de Estados Unidos, donde el combustible y otros insumos son más baratos”.

La diputada dijo que los agricultores no tienen acceso a créditos bancarios ni a apoyos federales, con lo cual se ven obligados a reducir la superficie de siembra de granos, principalmente sorgo. Esta tendencia lleva a la baja la producción y pone a los campesinos al borde de la quiebra por lo que optan por abandonar sus tierras y buscar empleo en las zonas urbanas.