“Te escribí una carta y no me contestaste”, dice popular canción, y seguramente no hay contestación porque aquel hombre que antes se esperaba con emoción y que hasta nuestra casa llegada con buenas nuevas hoy ya no tiene esa comisión.

Hace muchas lunas que el cartero no es esperado con emoción porque los whatsapp, o los inbox en el mensajero del Facebook hacen su función, la carta escrita en papel y la estampa postal al igual que los carteros pasaron a la historia.

Incluso, los adultos poco les recuerdan, los jóvenes ni los conocen y los niños, cuando escuchan hablar de ellos, creen que los carteros son leyenda urbana,

Lo anterior viene a colación porque ayer,12 de noviembre, fue el Día del Cartero y nadie lo celebro, las viejas generaciones lo olvidaron y las nuevas no celebran algo que no conocieron.

Y es que hoy el cartero ya no es mensajero de buenas noticias, ya no se escucha el silbato sonar para entregar la carta del amor lejano, el familiar o la buena amistad, menos traen una tarjeta o giro postal.

Solo queda recordar que El Día del Cartero y del Empleado Postal fue establecido el 12 de noviembre de 1931 en México para reconocer la labor que realizan los carteros llevando los mensajes a la sociedad; fue en ese mismo año cuando los empleados postales festejaron por primera vez.

En el año de 1947 se imprimió un timbre dedicado al cartero y por lo general un mes antes de la celebración se imprime la leyenda, “12 de noviembre Día del Cartero” en los sobres de la correspondencia, pero si no llega el cartero menos nos dimos cuenta si aún se impone la estampilla conmemorativa.

Se sabe que el Día del Cartero fue promovido en reconocimiento a dos carteros que salvaron la correspondencia en situaciones críticas; uno en un tren dinamitado por los revolucionarios y otro que cubría la correspondencia con su gorra y su saco para que no se mojara.

El servicio postal se estableció durante el Imperio de Maximiliano; luego se empezaron a colocar los buzones y a usar los sobres postales, hace como 20 años aún se podían encontrar los buzones de fierro por diferentes partes de la ciudad, como había confianza y seguridad, ahí la ciudadanía dejaba su carta con timbre y remitente.

Cierto, la misiva tardaba y la contestación no era rápida, la inmediatez era tratada a través del telegrama que igual entregaban los empleados del Servicio Postal.

Otra verdad es que las nuevas generaciones solo conocen la imagen del cartero por la representación de JAIMITO en el programa de televisión El Chavo del ocho, y muchos creen que se trataba solo de un personaje inventado,

Poco saben las nuevas generaciones que los carteros eran el vínculo entre las personas, que con su oficio acortaban distancias, llevaban alegrías, una que otra tristeza, e imágenes impresas en tarjetas postales de alguna ciudad.

Eran los carteros portadores de bienestar, pues igual entregaban el giro postal que enviaba algún familiar para canjearlos en las oficinas de correo por dinero que generaba alegría a familias completas.

Si, los empleados del Servicio Postal Mexicano son parte de la historia de este país, ellos, los carteros, por todo lo que fueron, vivieron, representaron e historias que en sus alforjas llevaron, si son verdaderas leyendas.