AGENDA PÚBLICA.
Salvador Leal Luna.
Ha pasado más de un mes de esta 66 legislatura y es fecha que el “vacuno” y presidente de la Junta de Gobierno, además coordinador de la bancada de Morena, sí el panista, Humberto Prieto Herrera, no dicho ni pío, sobre los nombramientos internos de las diferentes carteras o cargos que existen en el interior de este buro legislativo de Tamaulipas.
Se desconoce el porqué no dan a conocer o de perdido se presentan ante los diputados en una sesión, ya que sería necesario conocer quienes son y si tienen el perfil y la experiencia requerida para ocupar esas posiciones internas y que nunca se dan a conocer, pasan de noche, además de cobrar sus emolumentos requeridos por ocupar una función administrativa.
Escribo esto, para evitar que mañana o pasado pueda que haya un “conflicto de intereses”, tal y como sucedió entre la entonces presidenta de la Junta de Gobierno, Úrsula Salazar Mojica y el ex panista, Adolfo Pastor Paz quien era el administrativo en la 65 legislatura local, quien al final salió por la puerta de atrás.
Creo que luego de esto, donde se hizo un verdadero enredo, al grado de que en aquel tiempo salió a relucir un audio de un “moche”; es decir dinero, entre estos dos personajes que menciono, al final, uno se va, pero sin ser investigado y la hoy diputada local de Morena, pese haber sido denunciada, le perdonan el pellejo político y no fue enjuiciada al final de cuentas.
Además, quienes lleguen a los cargos internos del Congreso, deben de presentar los exámenes de control y de confianza, así como presenten públicamente la Ley “tres de tres”, aquí los diputados todos, se han hecho que la virgen les habla, desconozco a que le tienen miedo, si vimos con una seguridad pública como Dinamarca o no, legisladores locales de Morena y sus satélites.
Se de algunos casos donde se tienen nombramientos (no oficiales) creo yo, como es en el área de servicios parlamentarios, como de informática, pero los demás no, se desconoce el motivo, porque uno de esos mentados departamentos como fue el administrativo que en la legislatura pasada dio mucho de qué hablar, al final, ya nadie dijo nada, pese al escándalo que ahí se registró entre Úrsula Salazar y el tal, Adolfo Pastor y que venían arrastrando de atrás tiempo.
Tampoco en este cambio de legislatura se habla de la “entrega-recepción”; es decir como la dejó la 65 y como la recibió la 66, pese a que se dan en otros aspectos como los Ayuntamientos y el propio gobierno del Estado, esto aquí en el poder legislativo es “letra muerta” nadie sabe, nadie supo cómo quedaron en materia financiera, si hay adeudos con proveedores, despidos injustificados, demandas labores y demás acciones, aquí son un cero a la izquierda.
Por lo tanto, este poder legislativo que se dice libre y soberano, para mi un simple “slogan” publicitario nada más, debe de transparentar y rendir cuentas, no alegres o obscuras, sino reales, con respecto al cambio de una legislatura a otra, además que se den a conocer si hay cambios en las áreas administrativas o seguirán los mismos, porque un mes y nada. Además, en algunas áreas hay hasta nepotismo y otras, cosas más.
Lo que sí ¿Y los funcionarios internos del Congreso? Apá.
Por hoy es todo.
HASTA LA PRÓXIMA.
Correo Electrónico.