Opinión pública

Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- La trinca cabecista está completa. Este
martes, con mucho cinismo, soberbia y como si anduviera en plan de
vacaciones, Ismael García Cabeza de Vaca se paseó por el Congreso del
Estado.
Habló con los reporteros, tramitó su credencial de diputado, entró al
pleno y presentó por escrito dos iniciativas, una de ellas de reformas a la
Constitución Estatal que, por votación mayoritaria, quedó rechazada.
¿Qué pedía en su iniciativa? ¡Sacar raja para él! Reformar la Carta
Estatal para que los derechos ciudadanos y a ser diputado no se pierdan,
“cuando por causas ajenas a su voluntad se tenga que residir fuera de
territorio nacional”.
Es el caso de él y su hermanito Francisco que viven en el lado gringo
¿por causas ajenas a su voluntad?. La iniciativa fue desechada
Se fue una hora después de arrancar el pleno (que duró tres horas y
media), en el mismo plan de perdonavidas, acompañado de sus amigos y
con un amparo en la bolsa, como dijo, porque tiene miedo de parar en algún
penal.
Afuera del Palacio Legislativo lo esperaban sus guaruras armados. No
corrieron el riesgo de entrar enfierrados.
El resto del trío son Vicente “Rambo” Verástegui y Gerardo Peña Flores,
siempre en el ojo del huracán, en el escándalo, generadores de show
mediático, protegidos y apoyados por el PAN.
Los dirigentes no se dan cuenta que gente de esa calaña degrada al
partido, indigna a la sociedad, lastiman por la fama de corrupción que
arrastran, su perversidad para seguir pegados a la ubre gubernamental.
Con esos exponentes, mentirosos, uno diciéndose enfermo de Covid, el
otro inhabilitado para desempeñar cargos públicos y el tercero, aparentando
secuestro y con amparos y recursos legales, el partido pronto descansará
en la paz de los sepulcros.
Es un secreto a voces que la corrupción del sexenio cabecista, fue
dirigida desde la oscuridad de las cañerías por los dos hermanos
“gobernadorcitos”.
Hoy vuelven con su agenda de corrupción, en una burla para la sociedad
que, con su voto, le puso alto a ese partido.
Ismael se presentó a sesión tras un largo show mediático “que hizo él
solito”, como manifestó el presidente de la Junta de Gobierno, Humberto
Prieto Herrera. Se dice perseguido, tal vez para alejar la atención de las
órdenes de aprehensión que lo persiguen.

Son unas “fichitas”, lo peorcito que pudo haber postulado el partido
celeste si es que quiere recuperar el poder que un día tuvo. Tamaulipas no
merece esas figuras que denigran la función pública, que contribuyen a la
inseguridad y mala imagen de esta tierra pródiga.
Allá los jefes del partido. La presencia de estas ternuritas en el
Congreso el traen puros negativos. Son generadores de conflictos y
violencia, algo que ya no quiere la comunidad estatal. Representan a lo más
rancio del partido, el cabecismo, sinónimo de corrupción.
Tema aparte, el renovado ayuntamiento de Reynosa que comanda
Carlos Peña Ortiz, ha emprendido un plan de mantenimiento y mejora de
alumbrado público que hace brillar más a la ciudad más grande de
Tamaulipas. Van por sectores, colonia Escondida, Libramiento Profesora
María J. González, Luis Donaldo Colosio, Puente la Paz, Boulevard Hidalgo,
Calzada Victoria.
Pero mientras en esa región hay dinero suficiente para realizar obras y
acciones, en otros municipios los alcaldes que se fueron no dejaron ni
quinto en caja. En Mante, Patricia Chío dijo que recibió un ayuntamiento en
quiebra, sin dinero para brindar los servicios básicos y pagar al personal.
Pidió prestado al Gobierno del Estado.
El fallecido panista Noé Ramos y sucesor arrebataron hasta el
presupuesto de los últimos tres meses del año, por lo que habrá denuncias
penales.
En San Fernando el escenario es parecido, Maybella Ramírez y su gente
cargaron hasta con las escobas, según la denuncia.
Soto la Marina fue arrasado por el edil petista Toñito Medina Jasso. La
acusación dice que se llevó hasta con las últimas dos quincenas del
personal. El déficit anda por los dos melones de pesillos.
Varias instancias de fiscalización andan tras el joven médico. No justificó
gastos ante la Auditoría Superior, y tiene con multas del IETAM e Instituto
de Transparencia. Pronto tendremos noticias que cayó al botellón.
En Tula ya es “enfermedad” saquear las finanzas. Lo hizo Juan Andrés
Díaz, que le dejó deuda millonaria a Toño “Láminas” Leija, y este heredó las
arcas en las mismas condiciones, secas. Lenín Coronado Posadas padeció
la misma enfermedad.
Lo malo es que nadie ha ido aparar a la cárcel.
González igual, en manos de los Verlage desde hace varios trienios,
está en quiebra según denuncia del nuevo alcalde Miguel Zúñiga
Rodríguez.
En Aldama el doctorcito Alejandro García Barrientos dejó pendientes por
16 millones según la presidenta Nohemí Sosa Villarreal. Ni para pagar esta
primera quincena.
Las Comapas en condiciones similares, fuera de Victoria donde pagaron
deudas e iniciaron un programa de regularización de recibos con quitas de

cien por ciento de recargos. Estará vigente por el mes de octubre. El alcalde
Eduardo Gattás pagó a tiempo la quincena al personal, pese a la
desinformación que no había lana, difundida sus contrincantes.