La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

El caso del diputado panista, Ismael García Cabeza de Vaca, se ha convertido en una telenovela. Que si se amparó para que no lo detuviera la justicia; que si logro de un juez la orden para el Congreso local de tomarle protesta: que si tiene suficiente billete como para comprar la protección de la ley; que si los policías están al acecho de que ponga un pie en el parlamento para echarle el guante; que anda temblando de las corvas por que los guardianes del orden están a un pelito de rana de meterlo a chirona.
En fin: esto no se acaba hasta que se acaba.
(Para estar a tono con la postemporada de la Ligas Mayores).
Para los analistas locales, García Cabeza de Vaca es parte de fauna silvestre que enriquece el escenario político local. Es infaltable, para el qué dirán en los corrillos del quehacer público. Es imprescindible, como un fenómeno que siempre da de qué hablar; es infaltable para saber qué piensa su hermano o que imagina el líder nacional del PAN Marko Cortés, para Tamaulipas.
¿Qué haríamos los comunicadores sin Ismael?
¿A quién culparíamos de las más aviesos y antinacionales conspiraciones contra la IV T y su Segundo Piso en la región?
¿A quién diablos le echaríamos la paleta de los garrafales errores jurídicos de los Atanasios y socios?
Ismael tiene que recibir su tarjetón de diputado.
Él posee derechos, porqué fue electo por una parte de los tamaulipecos; ningún diputado vale más que él. Él cuenta con el respaldo de miles de conciudadanos, que simpatizaron con su partido y lo mandataron a que los represente en los asuntos más sensibles del Congreso del Estado. Él, sí puede presumir que tiene respaldo popular; no como otros, que únicamente se dan baños de pueblo cuando lo necesitan.
La figura de Ismael es vital para que los contrapesos se hagan realidad; ya ven que los agoreros del desastre y los que se ven en el espejo negro de Tezcatipoca, predicen que la IV T y su Segundo Piso nos llevan más rápido que un pedo de indio, a la más aberrante de las dictaduras. Si en el pasado, no nos convertimos en Cuba, ni en Venezuela, nomás por los rezos de doña Xóchitl y Claudio, que se la rifaron asistiendo a todas las misas de seis los domingos en Catedral, ahora sí Claudia Sheinbaum de la mano de sus asesores marxistas nos conducirán a esos paraísos del materialismo histórico.
Deveras que el PAN, necesita a Ismael.
Y lo necesita ya.
Nada de darle largas a esa obligatoriedad constitucional.
Ya ni joden esos de MORENA.
No ven que el PAN, quedó casi desnudo; inerme.
La falta del diputado Cabeza de Vaca, los dejaría sin su principal fuelle; y más, cuando su segundo mozo de estoques, el legislador Gerardo Peña, también fue impedido de tomar protesta, mediante triquiñuelas legaloides y de mala leche.
¡Hasta parece que estamos en tiempos del PRI y del PAN!