José Gregorio Aguilar

         Aunque la Asociación Nacional de Padres de Familia (ANPAF) tampoco fue tomada en cuenta en la elaboración de los libros de texto gratuito, y está exigiendo a la SEP una explicación, consideró que antes de rechazarlos, se tiene que hacer una revisión transparente del contenido de esos ejemplares para comprobar si efectivamente contienen errores y representan un daño para la educación de los niños.

         El presidente de esta asociación civil, José Alejandro Águila Arguelles, aseguró que en torno al tema se ha hecho mucho ruido mediático, además de que, en su opinión, los comentarios en contra de los textos son parciales y sesgados pues no se dice con toda claridad en que libros están esos errores.

         Lo que sí es un hecho, reiteró, es que los padres de familia organizados no participaron en este procedimiento tal como lo establece la ley y en ese punto la ANPAF, única asociación que tiene representación legal ante la SEP, está pidiendo a esta dependencia que dé la cara y explique porque hicieron un trabajo unilateral.

“Definitivamente a nadie nos tomaron en cuenta; fue una decisión y un trabajo unilateral y nosotros los padres de familia somos los que hacemos el trabajo, después de la escuela para apoyar el trabajo del profesor frente a grupo y si desconocemos un programa y no sabemos cómo vamos a apoyar pues seguramente vamos a tener un problema”.

Puntualizó: “somos universo de 230 mil escuelas a nivel nacional, 25 millones de familias y un millón 500 mil maestros, pero no sé nos consultó a nadie como marca la ley entonces aquí el error es de procedimiento no nos tomaron en cuenta y eso es lo que está generando el escándalo de ahí para acá lo que escucho son opiniones parciales que nosotros no nos vamos a meter. Tenemos que ser serios claros y responsables; vamos a revisar los libros, a leerlos y a escuchar todas las opiniones”.

         Al respecto, José Alejandro Águila afirmó que como Asociación Nacional de Padres de Familia ya empezaron a revisar y analizar los libros de texto para encontrar esos supuestos errores y daños que contienen “y que muchos dicen son una basura”.

         De ninguna manera, subrayó, los libros se deben tirar a la basura, es un gasto que se hizo con los impuestos que todos los mexicanos pagamos, puntualizó.

         “De hecho como ANPAF ya empezamos a ver en donde dicen que están los supuestos daños graves y que no sirven y que es una basura, se supone que quien dice eso son especialistas, pero mencionan dos libros no nos han dado más detalles y me parece que es una opinión parcial, sesgada”.

         Por último, Águila Arguelles hizo un llamado a toda la sociedad a calmarse y a que “le entremos todos a solucionar este conflicto; no podemos echar los libros a la basura cuando están elaborados con impuestos que todos pagamos como para tirar todo ese dinero a la basura por esa serie de opiniones que no tienen sustento”.