Por: Ernesto Pinzon
Desde hace más de tres años recorre el municipio llevando brigadas médicas completas, principalmente en los ejidos más olvidados y desprotegidos por las autoridades Municipales en cuestión de servicios de salud, me refiero al Municipio de Soto la Marina.


Lo hace por cuestión de agradecimiento a un lugar de Tamaulipas como es este Municipio, él se desarrollo en este lugar como Educador de CONAFE donde incursiona como miembro de este sistema educativo en diferentes Ejidos de La Marina, y es ahí donde empieza a darse cuenta de las múltiples necesidades de los habitantes de estos lugares, pero en aquel entonces lo que más le llamó la atención fue la falta de servicios médicos y el olvido de muchas administraciones municipales en este rubro.
Por memoria y agradecimiento regresa y desarrolla un plan de salud para quien necesite atenciones médicas, y además está permanentemente en comunicación de quienes se le han acercado a solicitarle algún medicamento o implemento médico como sillas de ruedas, lentes y demás.


Todo este trabajo que está haciendo esta persona por los habitantes de todo Soto la Marina, lo venía realizando con un perfil bajo, sin publicidad ni presunciones de ninguna índole, solo por la satisfacción de servir y regresar lo que les hace falta a todos los que conoció en aquel entonces.
Cuando conozco a esta persona y me entero del trabajo que ha realizado y que sigue realizando, todo por boca de muchas personas de diferentes Ejidos y Comunidades a quien ayudó sin ningún afán, creí necesario darlo a conocer por justicia, creo que todavía existen humanos con memoria de agradecimiento y que regresan a donde un día recibió sin pedir.


De quien estoy hablando y seguiré más de cerca lleva por nombre Alfredo Vargas González, un joven de raíces humildes, pero de mucho trabajo diciplina y esfuerzo, y qué gracias a eso puede hoy regresar lo que recibió de joven de los marsoteños.