Entre Nos…

Por: Carlos Santamaría Ochoa.-

 

No vamos a repetir la información que nos ha estado llegando durante toda la semana en forma indiscriminada respecto a la contaminación, pero sí es muy importante tomar conciencia de la importancia del tema que, aunque no ha llegado a Tamaulipas, si nos descuidamos, en un abrir y cerrar de ojos lo tendremos ocasionando los muy graves problemas a la salud.

Recordamos cuando comenzó a establecerse en la ciudad de México el “Hoy no circula” como una novedad y se hicieron los primeros esfuerzos por evitar que la otrora conocida como “la región más transparente del mundo” se convirtiera en lo que hoy es, merced a la falta de voluntad y acciones políticas y la forma tan irresponsable con que se ha tomado por cada uno de los habitantes de la capital del país.

El tiempo y la irresponsabilidad nos alcanzaron y no únicamente en la Ciudad de México, sino en otras urbes del país hay contingencias, lo que puede ser mucho muy grave ya.

Tamaulipas tiene focos de atención que hay que tener en cuenta y que son los que nos marcan a sitios como Matamoros, Reynosa, la zona conurbada Tampico-Madero-Altamira, y en mucho menor escala Victoria y Nuevo Laredo.

Aplaudimos a los grupos de naturalistas y ecologistas que insisten en una lucha para evitar que estemos tan contaminados, y que nos cansan muchas veces con su viejo discurso, demostrándonos que tienen mucha razón, y que si no se toman cartas en el asunto, los problemas serán mucho mayores cada vez.

Más, con la absurda idea del gobierno federal de insistir en la generación de energía mineral, originaria del petróleo, en lugar de apostar por las nuevas formas de energizar a una sociedad, pero no se puede luchar contra esos criterios, aunque sí se podría presionar para que no tengamos una presión tan brutal como la que hoy vemos y leemos, y con mucho miedo penamos que podría ser el futuro de nuestros centros de población.

Imagine el lector tener que visitar la playa Miramar, por ejemplo, instalados con una mascarilla para el aire puro, o filtros para poder respirar, y bloqueadores -como ya se hace- que nos ayuden a evitar los grandes peligros en que hemos convertido al astro rey: el sol.

Hemos de tener presente que el estado actual de nuestras ciudades y municipios es consecuencia, única y exclusivamente de lo que como habitantes hemos logrado a través de los años.

Nadie puso la basura, la contaminación o los carburantes ahí más que el ser human9, así que, si hay un culpable, el gran culpable es el ser humano.

Entonces, ¿Qué podremos hacer al respecto?

Viendo la terrible forma en que se conduce el gobierno feeral, no nos que da más que procurar hacer conciencia entre cada uno de nosotros para lograr tener aire con mayor calidad, evitar que haya tantos contaminantes, y en la medida que podamos y debemos, eficientar el uso de recursos, propiciando que no haya tantos contaminantes disponibles.

Si no tomamos de frente la problemática, difícilmente podremos tener buenos resultados y eso lo sabemos casi todo, aunque haya quien finja que no lo sabe, pero es necesario tomar acciones contundentes, eficientes, inmediatas.

A través de los años hemos visto una serie de cambios importantes en el planeta que nos han llevado a ser lo que somos: es el tiempo de voltear a verlo y pensar en lo que nos hace falta para hacer ese tipo de cosas que nos permitan vivir mejor, o al menos, vivir.

No merecemos tanta contaminación: entendemos que hay que hacer un gran esfuerzo, pero si no nos unimos en esta lucha, acabaremos como los de la Ciudad de México y aquellos puntos geográficos que por incendios de temporada y descuidos casi naturales están hoy por hoy pasando la contingencia más peligrosa de su existencia y no hay forma de revocarlo.

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