CUADRANTE POLÍTICO…
POR : FERNA
Ayer, el dueño de la cuna MORENA, nada menos que el Presidente de la república, le envió al morenismo nacional, pero sobre todo, a la militancia de los cinco estados donde habrá elecciones el dos de junio, una ordenanza no escrita, que no admite prórroga, ni tampoco prejuicios de orden político.
Dicho discurso, no se dio en la conferencia mañanera, tampoco ocurrió en alguna ceremonia oficial, para ser exactos no se vio de manera oral por ninguna parte. Pero fue trasmitido en el código cifrado de una serie de fotografías que, ocuparon la primera plana de los principales diarios nacionales, y que se volvieron trending topic, en las redes sociales.
Me refiero a la reunión de los dos contendientes morenistas a la gubernatura de Puebla, Miguel Barbosa y Alejandro Armenta y en medio de ellos, el líder del senado Ricardo Monreal, como un héroe del diálogo político y la conciliación.
Obviamente, la sugestiva imagen de las tres figuras políticas morenistas, estuvo acompaña de los respectivos textos, escritos por Armenta y por Barbosa, donde reconocen el papel unificador de Monreal. Pero lo relevante en todo esto, es lo que se deriva de este reencuentro y de este nuevo curso que toman las cosas, hacia el interior de MORENA.
Sucede justo en la antesala de una elección donde estarán en juego dos gubernaturas y un elevado número de alcaldías y diputaciones locales, en los estados de Puebla, Baja California, Quintana Roo, Aguascalientes, Durango y Tamaulipas.
En lo que concierne a nuestra entidad, lo que acaba de ocurrir en el tema Puebla, creo que debe servir, para que los principales actores políticos del morenismo, así como los candidatos a diputados y aquellos que no resultaron favorecidos por la selección interna, se tomen la foto, y envíen un mensaje de unidad y de fuerza hacia la ciudadanía.
Este solo gesto, hablaría de la madurez y de la cohesión, pero además de la unidad política, en torno a un solo objetivo, como lo es, lograr la mayoría del próximo poder legislativo estatal.
Me parece que, el morenismo tamaulipeco, está frente a la oportunidad de rehacer todo lo que se pudo emproblemar, por cuestiones inherentes a la democracia interna. Todo va a depender, de cual sea la visión de los protagonistas, en el sentido de quedarse con la visión cortoplacista del árbol o bien, extender la visión más allá y observar lo verdaderamente importante, como lo es el bosque.
Lo de Puebla, sabemos que, solo pudo haber sido obra del dueño de la cuna MORENA, el Presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. Solo AMLO, por la vía de Monreal, podía lograr que, dos competidores internos, como Armenta y Barbosa, desgastados en una lucha encarnizada, se tornaran dos personajes civilizados y acudiesen a tomarse la foto. Si bien es cierto que no hubo abrazos, ni tampoco sonrisas, la realidad es que ahí estuvieron, y eso para efectos de la percepción electoral poblana, créanme que cuenta mucho.
Ahora lo que falta es que aquí en Tamaulipas, actores políticos, como Leal Doria, Enrique Torres, Oseguera, Mario López, Américo y JR, entre otros, se tomen la foto con los candidatos formales a la diputación y ojo, también con quienes no obtuvieron las candidaturas, y que son los que actualmente han estado interponiendo recursos legales, ante los tribunales.
¿Logrará el morenismo en Tamaulipas, enviar ese mensaje de unidad, tan necesario, para efectos de percepción ciudadana? Esperemos que sí. Por lo pronto, se sabe que uno de los más interesados en que esto así suceda, es Alejandro Rojas Díaz Durán.
Habrá que ver, que sucede, en los próximos días. Porque, como le digo, el dueño de la cuna MORENA que acaba de mecer Monreal, es el Presidente de la República.
Así de simple.
——-EL VOTO DEL HAMBRE Y DE LA POBREZA—–
El Ex presidente de Colombia, Carlos Gaviria Díaz, dejó para la posteridad una frase, que les comparto a mis lectores: “Desde el poder, jamás acabarán con la pobreza, porque necesitan de ella, para ganar elecciones”.
Lo anterior aplica para diversos países del mundo, y también para todos los partidos políticos, sin excepción. Y es que, nuestra democracia mexicana, seguirá siendo imperfecta y adolecerá de vicios, mientras que la sociedad sufra de profundas desigualdades en sus ingresos económicos.
En este contexto, los electores son fácil presa de aquellas ofertas coyunturales, que les ofrecen paliativos de corte alimenticio o asistencial, condicionando sus preferencias políticas, a los beneficios momentáneos de los programas oficiales.
Habrá que ver, el dos de junio, como se manifiesta la sociedad mexicana,en las urnas de cinco entidades federativas. En todos estos estados, el voto del hambre y de la pobreza, estará presente.