Por José Gregorio Aguilar
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Este jueves santo, por primera vez como obispo de la Diócesis de Victoria, Oscar Efraín Tamez Villarreal, celebró la misa que conmemora la última Cena y se postró ante doce personas para recrear el lavatorio de pies de Jesús a sus discípulos
Este rito, que en el 2020 y 2021 la Iglesia Católica suspendió por las restricciones de la pandemia del Covid-19, el Obispo retomó arrodillándose ante cada una de las doce personas para lavar sus pies y besarlos.
El histórico y solemne ritual fue presenciado tanto por cientos de fieles reunidos en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús como por decenas de espectadores que siguieron la transmisión virtual de esta celebración eucarística.
En la parte central de su mensaje, el líder de la iglesia católica en la zona centro resaltó la importancia de que los creyentes puedan contemplar los signos para poder entender lo que Jesús les dice a los doce discípulos, quienes, incrédulos, en ese momento no comprendieron como el hijo de Dios fue capaz de arrodillarse y lavar sus pies en un acto de humildad y servicio que quedaría de ejemplo para la posteridad.
Ese gesto de Jesús es la manifestación del amor al extremo que Dios tiene para la humanidad, explicó en su sermón.
“El maestro lo era todo, el discípulo era prácticamente un esclavo de él. Cuando Jesús se levanta en la Última Cena y se pone a lavar los pies, Pedro reacciona como un discípulo, él no concibe que el maestro lave pies porque esa función la hacía el esclavo”.
“Por eso cuando Pedro ve que Jesús lava los pies le dice tú jamás me vas a lavar los pies, como pensaríamos nosotros porque le voy a servir si me hace la vida imposible, porque voy a servirle si ni siquiera lo conozco, es el pensamiento práctico, pero no el pensamiento del maestro por eso Jesús dice si no te lavo no tienes parte conmigo y ahí es donde nosotros tenemos que ubicarnos, no pensar cómo piensa el mundo sino pensar cómo piensa el maestro”.
Posteriormente, y como símbolo de la Ultima Cena, en la que Jesús compartió con sus discípulos el pan y vino en representación de que su cuerpo y sangre en la eucaristía, se llevó a cabo la bendición de panes este Jueves Santo.
Con la misa de jueves santo inició el triduo pascual, es decir, los tres días de intensa vivencia de su fe previo a la Pascua y resurrección de Jesús. Durante este día se recordó la última cena de Jesús con los discípulos, donde constituye la Eucaristía, principal sacramento para los fieles católicos.