El Patinadero

Juan Antonio Montoya Báez

La suerte de Morena en Tampico fue echada, ni siquiera en un volado, fue en una posada navideña donde los mensajes llegaron, calaron fuerte y forman parte del colectivo jaibo.

Una posada realizada por uno de los ex alcaldes que formó una ciudad ordenada y limpia, un hombre que supo sobreponerse a la tragedia y enfocó su energía a su crecimiento personal, espiritual y su regreso al camino de Dios, siempre de la mano de su esposa.

En la pasada elección local trabajo para que el candidato a la alcaldía fuera su ex Director de Servicios Públicos, PEPE SHEKAIBÁN, como un reconocimiento a su labor en la alcaldía que convirtieron a Tampico en la ciudad más limpia en el país, donde retornó la seguridad, las inversiones, ejecutándose obras que hoy se disfrutan.

Por desgracia, el PAN se equivocó, decidió la candidatura a favor de la entonces diputada federal, ROSA GONZÁLEZ AZCÁRRAGA, quien no era tan mal candidata, pero llegaba con el encono en contra de algunos ex alcaldes, como ALVARO GARZA CANTÚ y MAGDALENA PERAZA GUERRA, quien más adelante inclusive abandonó el proyecto azul para irse con Morena.

ROSA arrancó la campaña con medio mundo político en contra, por su parentesco y afinidad con el grupo político de su pariente, el ex alcalde FERNANDO AZCÁRRAGA.

Pero, principalmente por no tener la conexión que tiene PEPE con la ciudadanía, además de contar con el apoyo total de CHUCHO NADER, quien estaba dispuesto a poner su capital político y económico por la victoria del PAN en Tampico.

Al no ser elegido PEPE SHEKAIBÁN, el arranque de la campaña de ROSA fue desangelado, se presagiaba su derrota ante la abanderada de Morena, MÓNICA VILLARREAL ANAYA.

Finalmente, eso sucedió, de un posible carro completo del PAN en el sur, finalmente se quedaron solamente con las victorias de CHUCHO NADER en la diputación federal y PEPE en la diputación local, pero perdieron la alcaldía y diputación local.

Ahora, MÓNICA como alcaldesa comete errores que pesan en el ánimo ciudadano, en lugar de avanzar bajo su mandato, se nota un evidente retroceso en el municipio en diversos aspectos que van desde el incremento en la corrupción, regreso de los moches en la obra pública, las mordidas de los tránsitos, fallas en los servicios públicos, como alumbrado público, pero particularmente en la obra pública.

En Tampico se tiene una administración de las finanzas escabrosas, con una tesorera que maneja los recursos como si fueran personales y autoriza pagos, contratos bajo su propio criterio, como pagar una derrama mensual de 180 mil pesos a un misterioso proveedor de Monterrey, Nuevo León con recursos del área de Comunicación, donde la partida anual ser reparte a través de empresas creadas al vapor entre la familia.

Solamente imitaron el modelo del ex alcalde victorense XICO GONZÁLEZ, el panista peor calificado, pero mejor pagado, aún en esta administración de la 4T donde ni siquiera pudieron inhabilitarlo y se le paga como médico especialista del Hospital General.

Es tanta su impunidad que se le rindió un homenaje como ex director del HG, una institución que en realidad se vino abajo durante su administración y es momento que no puede levantarse.

CHUCHO NADER, es el ex alcalde de Tampico ofreció una posada a la militancia panista, donde hizo una promesa para recuperar este municipio.

CHUCHO recordó que Tampico con el PAN creció en su infraestructura, seguridad, obra pública y servicios públicos municipales, por los panistas porteños saben hacer bien las cosas, pero ahora con Morena es un muladar.

CHUCHO NADER hizo el compromiso de participar para que Tampico vuelva a brillar, tal vez esta vez lo haga como candidato a gobernador, con el apoyo de PEPE SHEKAIBÁN, esta vez postulado a la alcaldía.

La mesa puesta para el PAN, regresan con un abanderado fuerte y Morena participaría con una administración débil y en medio de la guerra de sus precandidatos.

Los fantasmas no pueden derrotarse, sólo queda la amenaza de la auditoria a la anterior administración para amedrantar y congelar aspiraciones.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

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