Columna Rosa, solo para Mujeres.
Por: Lic. Bárbara Lera Castellanos.
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) ha marcado un giro estratégico en su política habitacional durante el sexenio actual (2024-2030), priorizando la entrega de viviendas a mujeres y jóvenes.
Esta iniciativa responde a desigualdades históricas en el acceso a la vivienda digna, agravadas por la brecha de género y la precariedad laboral juvenil.
Según datos oficiales del Infonavit, en 2024 se entregaron más de 200,000 créditos hipotecarios, con un énfasis en estos grupos vulnerables, alineándose con la meta sexenal de otorgar 4.5 millones de soluciones habitacionales para 2030.
La priorización a mujeres se enmarca en el programa “Vivienda para Mujeres Jefas de Familia”, que facilita créditos con tasas preferenciales y requisitos flexibles.
En el primer año del sexenio, el 45% de los nuevos derechohabientes fueron mujeres, un aumento del 15% respecto al periodo anterior.
Esta medida busca empoderarlas económicamente, reduciendo la dependencia y fomentando la equidad de género.
Por ejemplo, en estados como Tamaulipas, donde la feminización de la pobreza es notoria, Infonavit ha invertido en desarrollos habitacionales inclusivos, como el conjunto “Mujeres Líderes” en Tampico, que beneficia a 500 familias encabezadas por mujeres con subsidios directos del 20-30%.
Para los jóvenes, definidos como menores de 35 años, el instituto lanzó “Crédito Joven”, que reduce el enganche inicial al 5% y ofrece plazos de hasta 30 años con tasas fijas del 10.45%.
Esta herramienta aborda la barrera de la falta de historial crediticio, común en millennials y generación Z.
En 2025, se reportó un incremento del 25% en créditos aprobados para este segmento, con énfasis en viviendas sustentables y de bajo costo (entre 800,000 y 1.5 millones de pesos).
La meta sexenal proyecta 1.8 millones de unidades para jóvenes, integrando alianzas con desarrolladores privados para construir en zonas urbanas periféricas, promoviendo movilidad social.
Estas prioridades no solo cumplen con mandatos constitucionales (artículo 4°), sino que impulsan el desarrollo regional.
En Tamaulipas, por instancia, Infonavit colabora con gobiernos locales para entregar 50,000 viviendas en la zona norte, priorizando mujeres en sectores industriales y jóvenes en programas de capacitación laboral.
Sin embargo, desafíos persisten: la inflación en materiales constructivos y la burocracia en trámites retrasan metas.
Además, críticos señalan la necesidad de mayor transparencia en la distribución de subsidios.
Por lo que vale la pena resaltar que la estrategia de Infonavit representa un avance hacia la inclusión habitacional, con metas ambiciosas que podrían transformar la estructura social mexicana.
Su éxito dependerá de la continuidad presupuestal y la evaluación periódica, asegurando que mujeres y jóvenes no queden excluidos del sueño de la vivienda propia.