Cd. Victoria, Tam.- Es broma periodiquera decir que el entrante Fiscal JESÚS GOVEA OROZCO “la tiene fácil” porque su antecesor “le dejó la vara muy bajita”. Lo cierto es que el recién llegado tiene una montaña de expedientes por resolver. Los acumulados por el señor de la “vara bajita”. Su inacción ante el monumental saqueo cabezón.
La gran expectativa es también un hándicap difícil. La gente no se conformará con poco; la opinión pública se observa hastiada de los vericuetos legales que durante tres años boicotearon la aplicación de la justicia.
Al igual que su colega federal ERNESTINA GODOY, el abogado GOVEA llega al cargo bajo un clamor ciudadano que exige celeridad y eficacia ejecutiva, no solo al titular, también al equipo más cercano.
La señora GODOY asumió el cargo renovando de inmediato a mandos ejecutivos, ligados, por cierto, a OMAR GARCÍA HARFUCH. Y de inmediato echó manos a la obra, para revisar pendientes y reactivar todo aquello que ALEJANDRO GERTZ MANERO metió a la congeladora. Es decir, todo lo sustantivo.
A propósito de justicia, preocupa a medios académicos la acusación contra la doctora MARÍA AMPARO CASAR, Presidenta de la ONG Mexicanos Contra la Corrupción, por un tema meramente administrativo como es el estar cobrando la pensión vitalicia que dejó su difunto marido, exfuncionario de PEMEX.
Se ha hecho escándalo grande de manera innecesaria. Al respecto, ERNESTINA, como titular de la FGR, ya dejó en claro que la causa contra MARÍA AMPARO viene del anterior fiscal, GERTZ MANERO.
La carpeta de investigación data del 5 de abril de 2024. El caso está sujeto a revisión y la dama tiene cita ante un juzgado el próximo martes 16 de diciembre. –“No hay sesgo ni consigna”- dice la fiscalía. Lo cual está por verse.
UN PASO MÁS
Cumpliendo lo prometido, el gobernador VILLARREAL ANAYA inauguró, junto a su señora esposa MARÍA SANTIAGO, la escultura monumental de la Guadalupana; su variante llamada Virgen de la Misericordia, en un cerro contiguo al templo de “El Chorrito”, municipalidad de Hidalgo, Tamaulipas.
Antiguo sitio de peregrinaje, ahora beneficiado no solo con la imponente estatua de 30 metros sino, también, por la obra civil complementaria, la redistribución del espacio que sin duda otorga al paseante un recorrido más espacioso y seguro.
Se recordará que durante muchos años, las inmediaciones del templo eran de acceso difícil, para transeúntes y automóviles, con los típicos puestos de vendimia (comida, imágenes y hasta cobijas) no siempre bien ubicados y una seguridad pública que dejaba mucho que desear.
La instalación de esta inmensa imagen va aparejada a un rediseño de la zona pensado en posicionar a dicho centro de adoración entre los corredores internacionales del turismo religioso.
Quedan para la historia videos y fotos de la inauguración, cuando se observan las laderas verdes de la sierra al fondo y a los lados, haciendo votos porque así se conserven y los especuladores urbanos no lleguen a copar con caseríos dicho entorno.
Estamos a tiempo todavía de salvaguardar el hábitat circundante y la respectiva zona de amortiguamiento. Tarea donde las autoridades estatales y federales tiene una responsabilidad importante.
MISERICORDIA, UNA VARIANTE
La nueva efigie mariana de “El Chorrito” tiene particularidades propias. Siendo Guadalupana, no es una calca exacta del ayate guadalupano encontrado en cerro del Tepeyac. Sus brazos están abiertos, con la mirada de frente y los ojos bien abiertos.
Ello, a diferencia de la original que se exhibe en la Basílica capitalina, la cual luce con sus palmas juntas sobre el pecho, la cabeza recargada hacia su lado derecho y los ojos entrecerrados. Ambas imágenes lucen paradas sobre los cuernos de la luna.
Aunque la Tepeyaca esta sostenida por un angelito entre rosas de colores. La de Hidalgo no tiene angelito, ni flores. Tampoco hay rayos a la orilla de su manto.
Conocedores del tema comentan que el ayate sufrió algunos daños durante una inundación registrada en la capital (todavía de la Nueva España) en 1629. Lo cual obligó a un traslado temporal de dicha imagen a la Catedral Metropolitana, donde fue restaurada para ser devuelta cinco años después, en 1634.
Se sabe que la restauración observó añadidos importantes en su aspecto. El manto originalmente liso y en color verde fue redecorado con dibujos muy estilizados de florecillas doradas.
Sucesivos restauradores añadieron la luna (los cuernos, a sus pies), el ángel y el moño oscuro sobre el vientre. El original tampoco lucía esos rayos en los bordes del manto, que parecen representar el aura de santidad.
Se diría que la tamaulipeca (rebautizada como “de la Misericordia”) es más parecida a la original del siglo XVII que la capitalina actual, restaurada después de las inundaciones (1629).
En fin, el proyecto de “El Chorrito”, en su conjunto, está en proceso todavía. El monumento fue instalado en su sitio y entregado por el doctor AMÉRICO. La inauguración definitiva que incluye la obra secundaria, se entregará el 19 de marzo próximo.
El día de San José, precisamente cuando, desde una ermita cercana, la estatua de este santo es llevada en hombros, cerro arriba, para visitar a la virgen María, su esposa, y celebrar juntos el onomástico. Creencias pues, de las que se forman tradiciones, cultura religiosa, vida familiar, turismo devocional.
BUZÓN: [email protected]
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