Alberto Serna
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El secretario de Finanzas del Gobierno de Tamaulipas, Carlos Irán Ramírez González, anunció que el próximo paquete económico estatal tendrá un incremento del 5 por ciento, lo que llevará el presupuesto a cerca de 81 mil millones de pesos. “Tenemos un incremento del 5 por ciento, el paquete económico va a oscilar en 81 mil millones de pesos”, explicó.
El funcionario destacó que con este presupuesto no se requerirá solicitar “un crédito a corto plazo como en los últimos 7 años”, y aseguró que “todas las obligaciones por parte del gobierno para cumplir con sus trabajadores están garantizadas” y que los pagos “se comenzarán a dispersar en los próximos días”, dijo.
De acuerdo con las proyecciones más recientes para la economía nacional, la inflación general en México se espera que baje y converja hacia la meta del 3 por ciento anual en algún momento de 2026, esto de acuerdo con lo que indica el Banco de México.
Por su parte, analistas de mercado estiman que la inflación para el cierre de 2026 rondará entre 3.7 y 3.8 por ciento,
Si la inflación efectivamente se ubica cerca de 3.8 por ciento, el aumento presupuestal del 5% implica un margen real muy limitado, apenas entre 1.2 y 1.5 puntos porcentuales por encima de la inflación proyectada suficiente para compensar pérdidas de poder adquisitivo, pero no para expandir sustancialmente programas o gasto social.
En ese sentido, el nuevo presupuesto serviría principalmente para mantener el valor real del gasto público y cumplir con compromisos salariales, sin incurrir en deuda adicional ni compromisos de crédito.
El ajuste del 5 por ciento representa más un mantenimiento de estabilidad presupuestal acorde con la inflación futura que un verdadero “aumento real” que permita ampliar sustancialmente las inversiones o nuevas políticas públicas.
Una vez aprobado el presupuesto, faltaría ver cómo se distribuyen esos recursos y si en la práctica se traducen en una mejora real en servicios, infraestructura o apoyo social, o simplemente en conservar el gasto vigente sin pérdidas por la inflación.