Columna Opinión Económica y Política.

Dr. Jorge A. Lera Mejía.

El gobernador de Tamaulipas, Dr. Américo Villarreal Anaya, ha impulsado una reducción sostenida de diversos indicadores de violencia en Tamaulipas, particularmente en homicidios dolosos, secuestro e inseguridad en carreteras, situando al estado por debajo de la media de las entidades más inseguras del país y alejándolo del grupo con mayor incidencia delictiva.

Homicidios dolosos

Durante su administración, Tamaulipas ha alcanzado las cifras más bajas de homicidios dolosos registradas desde mediados de la década pasada, con descensos significativos frente a años recientes.

Esta tendencia coloca al estado en una posición relativamente mejor frente a las entidades con mayores problemas de violencia letal, ubicándolo por debajo de la franja de estados con más altos niveles de homicidio en México.

Seguridad en carreteras

El fortalecimiento de la vigilancia y la instalación de esquemas como Estaciones Seguras ha sido acompañado de una disminución de hechos delictivos reportados por transportistas y usuarios de las vías federales de Tamaulipas.

Si bien persisten retos como el número de accidentes carreteros, el estado se mantiene alejado de los patrones extremos de riesgo que caracterizan a las entidades con mayores problemas de inseguridad en caminos y carreteras.

Secuestro y otros delitos

Los registros oficiales muestran una reducción importante en el delito de secuestro respecto de años previos, con niveles que rompen la tendencia histórica que ubicaba a Tamaulipas como uno de los focos rojos en este rubro.

Aunque ha habido repuntes en ciertos periodos, el balance general es de mejora en comparación con los estados que concentran la mayor incidencia de este delito, manteniendo a la entidad por debajo del grupo más crítico a nivel nacional.

Encuestas de victimización y análisis de incidencia delictiva confirman que Tamaulipas ha reducido la frecuencia de diversos delitos y mejora gradualmente en percepción de seguridad entre la población.

Esto no significa ausencia de violencia, pero sí un avance medible que coloca al estado por encima de la media de las entidades más inseguras y muestra un cambio de trayectoria respecto a los años de mayor crisis.

MESAS DE SEGURIDAD

Un elemento clave para explicar estos avances en Tamaulipas es el funcionamiento regular de las mesas de seguridad y construcción de paz en los ámbitos estatal y municipal. Estas instancias reúnen diariamente o varias veces por semana a autoridades civiles, mandos de seguridad estatales y federales, Guardia Nacional, Ejército, Marina, fiscalías y, en muchos casos, representantes municipales y de áreas de inteligencia. Su propósito central es analizar la incidencia delictiva más reciente, detectar patrones de riesgo, priorizar territorios críticos y coordinar operativos conjuntos en tiempo real, evitando la dispersión de esfuerzos y la duplicidad de acciones.

En el plano estatal, la mesa permite articular una estrategia única, con información consolidada y acuerdos precisos sobre despliegues, patrullajes, atención a carreteras, combate al secuestro y seguimiento de objetivos prioritarios. A nivel municipal, las mesas acercan la estrategia a la realidad cotidiana de colonias, comunidades rurales y corredores logísticos, recogiendo reportes ciudadanos y problemas específicos como extorsión local, robos o violencia focalizada.

Esta arquitectura de coordinación vertical y horizontal hace posible que las políticas de seguridad no se queden en el discurso, sino que se traduzcan en intervenciones continuas, correcciones rápidas y una mayor capacidad de respuesta, contribuyendo de manera práctica a la reducción de delitos y al cambio de trayectoria en violencia e inseguridad.