ANECDOTARIO.
POR JAVIER ROSALES ORTIZ.
Si acaso yo tenía siete años cuando en la calle 18 Juárez, en pleno
centro de Ciudad Victoria, Tamaulipas, escuche el fuerte chillido
que parecía lamento de un camión de pasajeros que hacia parada
en la esquina y mi mamá me tomaba la mano para trepar en
aquella unidad que todo le tronaba.
No había asientos disponibles y los pasajeros hacían piruetas para
no caer entre frenada y frenada, pero como niño me parecía
divertido, porque el viaje se asemejaba colgarse en un columpio.
A esos camiones de color amarillo, se les conocía como “Las
Julias”, si esas que recorrían el centro y las colonias apartadas de
la capital de Tamaulipas, esto hace ya casi como 60 años, cuando
los niños se sorprendían por todo lo que captaba su mirada.
En esa unidad subían pasajeros con bolsas de chicharrón crujiente,
de dulces, chochas y hasta con chivitos vivos amarrados por los
pies, que iban a vender en el mercado Arguelles para sobrevivir,
para luchar por el sustento.
Ahora eso ya no se ve porque las autoridades van por más y
ponen a disposición, principalmente de los estudiantes
universitarios, unidades nuevas del transporte público y en forma
gratuita, que beneficie a todos aquellos que sueñan con un título
que los ayude, que los haga pensar en un gran futuro.
Se ve, se nota, que ellos tienen algo en común, porque el rector de
la Universidad Autónoma de Tamaulipas, D{amaso Anaya
Alvarado, entrego trece nuevas unidades en las zonas centro,
norte y sur de nuestro estado, para que trasladen a los centros
educativos superiores a todo aquellos estudiantes que requieren
de esa atención, totalmente gratuita.
Esto, fue muy bien visto por la comunidad universitaria y, cómo
no, si ellos cuentan a la mano con un servicio en movimiento, que
ayuda a que se integren a tiempo a sus quehaceres escolares, que
no abandonaran para nada.
Y el otro personaje es Eduardo Gattas Báez, alcalde de Ciudad
Victoria, quien con su “Lalobus”, se sumó a esta buena idea y puso
en operación un moderno transporte público, precisamente
también para los universitarios, que se la rifan en esta vida.
“Lalo”, como lo conoce la raza, se nota feliz, porque el aspecto
moderno y bien acondicionado para esta temperatura calurosa en
Ciudad Victoria, para nada se parece a aquellas marchitas Julias,
que aun así muchos no olvidamos.
“Lalobus”, que forma parte de La transformación de Victoria”,
está a disposición de los estudiantes de nueve instituciones
educativas con salida en diferentes horarios, lo que significa que
el alcalde no olvida sus tiempos de estudiante.
Ya se transformó el color y el sabor de la vida y ellos ya dieron un
primer paso y van por muchos más con los que buscan cosechar el
cariño y la admiración de la comunidad universitaria de
Tamaulipas y de Ciudad Victoria.
“Bajan Julia”, ese grito ya ceso y no se extraña.
Porque los hechos, hablan solos.
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