La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

Mucho tiempo habremos de esperar para ver accionar a un PAN, renovado, articulado como opción de gobierno en Tamaulipas. Grande daño le ha hecho a ese partido, la empecinada pero obtusa conducta opositora del exgobernador en el exilio, Francisco Cabeza de Vaca y la militancia que sigue confiando en su confuso proyecto en la región.
Por años, trató de contener la emergencia de liderazgos panistas en las microrregiones.
Entregó en cada instancia de los órganos dirigentes en los municipios, a gente leal y seguidora de su forma de hacer partido y hacer gobierno.
A quien no le obedecía, lo centrifugaba de las decisiones fundamentales de esos espacios de acción política.
Se encerró en su pandilla de incondicionales, frenando el paso a liderazgos con potencial de crecimiento, sólo porque no encajaban en su estrategia.
Así se destruyó al PAN de Tamaulipas.
Terminó siendo una fracción política que, en lo fundamental, beneficiaba a los amigos cercanos y a sus familiares, principalmente.
Con una salvedad: sus cuates, no eran producto de amistades sinceras, eran fruto de la complicidad.
Los dirigentes de partido, en los últimos 15 años, fueron sus gerentes para administrar las candidaturas y repartir el poder político-económico con sus leales y consanguíneos.
Esa insana forma de conducir al partido terminó alejando a la militancia del PAN, que cada día desconfiaba más de sus representantes por la falta de independencia y autonomía.
El patrimonialista método de gobernar, repercutió en el distanciamiento del panismo de amplios segmentos de la sociedad: latrocinios, incapacidad de gobierno y con el abierto saqueo como característica gubernamental, se ganó el repudio de una ciudadanía que puso sus esperanzas -falsas, ahora se ve- en la alternancia para mejoras en su bienestar y en su convivencia política.
Ante esas realidades, poco puede hacer el PAN por volver a la senda del triunfo.
Salvo algunas ciudades, que podría rescatar más por la desastrosa forma de gobernar de MORENA que por los acertados eventos opositores panistas.
La diáspora generada por Cabeza de Vaca abona en beneficio de MORENA.
Decenas de militantes azules, han tomado el camino de la IV T, otros al MC y algunos más al PV.
Y al parecer, no volverán.
De las ocho megaciudades que forman el estado, sólo en tres tiene viabilidad de recuperación.
Tampico, Mante, San Fernando, Río Bravo y Valle Hermoso. Dos de ellas -Tampico y Río Bravo- con altas expectativas; las restantes tres, en una cerrada competencia que no garantiza hoy, el triunfo para el panismo u otra opción.
Eso será en el 2027.
En el 2028: el PAN, ni en sueños -con los números actuales- lo veremos en el gobierno.