Columna Rosa, solo para Mujeres.

Por: Lic. Bárbara Lera Castellanos.

En 2025, México continúa enfrentando una dinámica migratoria muy intensa y compleja, reflejada en datos duros que evidencian la magnitud del fenómeno.

Durante el primer semestre de 2025, el flujo migratorio estimado cruzando por México alcanzó aproximadamente 1.15 millones de personas, con proyecciones anuales que podrían llegar hasta 2 millones.

De este total, solo alrededor del 35% ha sido atendido formalmente por instituciones mexicanas, mostrando un nivel de saturación en recursos y políticas aún fragmentadas.

La migración neta en México se encuentra cercana a cero, lo que implica una baja tasa de crecimiento en migrantes asentados dentro del país durante el año, afectando directamente las variables económicas relacionadas, como las remesas.

En paralelo, las remesas que México recibe muestran una trayectoria con claroscuros para 2025.

Luego de un récord histórico de 64,745 millones de dólares en 2024, se anticipa una caída aproximada del 5.8%, situando las remesas proyectadas cerca de 61 mil millones de dólares para finales de 2025.

Esta desaceleración está influida por la menor migración neta y las políticas migratorias en Estados Unidos que han afectado el flujo de envíos económicos.

En el primer semestre de 2025, las remesas ascendieron a cerca de 15,322 millones de dólares en el segundo trimestre, evidenciando una disminución respecto a periodos anteriores.

Además, se han registrado 76.2 millones de operaciones de envío en lo que va del año, con un descenso interanual de aproximadamente 5%.

Este escenario migratorio y económico refleja un contexto de estancamiento en la movilidad humana y una creciente necesidad de políticas integrales y coordinadas.

La presión en la frontera sur de México, con más de 400,000 personas intentando cruzar, así como un número significativo que se queda temporalmente en territorio mexicano, subraya la problemática humanitaria y económica que el país enfrenta.

El papel que juegan las remesas sigue siendo fundamental para la economía familiar en México, pero la volatilidad y las tendencias a la baja proyectan desafíos para la estabilidad económica derivada de estos flujos.

Respecto a la situación migratoria en Tamaulipas durante 2025 muestra una recepción importante de migrantes repatriados, con 20,666 personas atendidas en el primer semestre, principalmente en Matamoros.

Esto representa una disminución del 30% respecto al año previo, pero mantiene a Tamaulipas como un estado clave en la política migratoria nacional y paso fronterizo hacia Estados Unidos.

También se espera el retorno de cerca de 400,000 paisanos por las fronteras del estado en el fin de año, lo que ha llevado a la capacitación de 6,000 servidores públicos para brindar atención durante este periodo crítico.

El gobierno local trabaja coordinadamente con autoridades federales para brindar atención humanitaria y prevenir riesgos durante el tránsito y retorno migratorio.

Respecto a las remesas, Tamaulipas experimenta una caída aproximada del 4.4% en 2025, afectando a las más de 230,000 familias que dependen de estos envíos para complementar sus ingresos.

Aunque la disminución es menor que el promedio nacional, la entidad prevé no alcanzar la meta de mil millones de dólares lograda en años recientes, con un impacto significativo en su economía local.

La recepción de remesas sigue siendo un recurso esencial para la región pero enfrenta una tendencia a la baja con efectos en hogares tamaulipecos.

Las acciones realizadas por el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes y AVA (Alianza Va por Tamaulipas) incluyen:

  • Promoción de políticas públicas para salvaguardar derechos migrantes.
  • ⁠Provisión de alimentación, servicios médicos y psicológicos, alojamiento y asistencia jurídica.
  • ⁠Coordinación con órdenes de gobierno para proteger a los migrantes en tránsito; y capacitación extensa a servidores públicos para manejar el retorno masivo de paisanos.

Estas iniciativas buscan garantizar la seguridad, el respeto a los derechos humanos y la atención integral durante los procesos migratorios en Tamaulipas.