Por José Gregorio Aguilar

Miércoles 19 de noviembre 2025

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) advirtió que el próximo año la mesa de los mexicanos se encarecerá aún más debido a la inflación alimentaria, nuevos impuestos, aranceles elevados y el crecimiento de la extorsión.

Al mes de noviembre,  los estados más golpeados por el encarecimiento de la Canasta Básica Alimentaria son Tamaulipas, Tlaxcala, Michoacán, Estado de México y Baja California Norte, con variaciones superiores al 4.5 por ciento. 

El monitoreo mensual de ANPEC confirma que la canasta básica acumula una inflación de 4.12 por ciento en lo que va del año, con un precio promedio de 2,004.42 pesos, lo que representa un aumento de 12.21 pesos respecto al mes anterior.

Los productos que más subieron fueron la cebolla, el chile jalapeño, el azúcar, el tomate verde y la gelatina. “Aunque la inflación general reportada por INEGI bajó, los alimentos siguen al alza y el bolsillo de las familias lo resiente cada día”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC. 

De cara a 2026, el panorama se complica con nuevos impuestos a bebidas saborizadas, tabaco, videojuegos y sorteos, además de aumentos en trámites migratorios y sanitarios. Se prevé también la aplicación de aranceles de entre 10 y 50 por ciento a importaciones de países asiáticos sin tratados comerciales, lo que encarecerá electrónicos, textiles, autopartes, juguetes y electrodomésticos. Todo apunta a que la cuesta de enero será más larga y pesada, con el poder de compra de las familias cada vez más erosionado. 

A la presión inflacionaria se suma la extorsión, que se ha convertido en un costo de operación para miles de pequeños comercios. El cobro de piso encarece mercancías y debilita la capacidad de competir, trasladando la carga al consumidor final. Otro factor es la caída de las remesas, que acumulan una disminución de 6 por ciento en lo que va del año. Cinco millones de familias dependen de estos envíos, y su reducción afecta directamente el consumo en tiendas de barrio y la estabilidad financiera de los negocios populares. 

ANPEC subrayó que la carestía no es sólo un fenómeno de mercado, sino el resultado de decisiones económicas, inseguridad y presiones externas.

“Mientras no se atiendan las causas estructurales, impuestos, aranceles, extorsión e ingresos que ya no alcanzan, indubitablemente se encarecerá más la mesa este 2026”, concluyó Rivera