Reflector/ Gilda R. Terán.

Amable lector, el poder de la esperanza fortalece la salud emocional, generando conexiones
en el sistema nervioso central, activando diversas sustancias que integran la bioquímica
cerebral, las cuales coadyuvan a estados saludables de bienestar físico mental.
Y es que esta fuerza alentadora nace en cada una de las personas del mundo y conforma
una parte de su identidad, puede derivarse de sus creencias y sueños por cumplir, aunque
las esperanzas toman diversos caminos; en ocasiones se juntan y en otras se separan.
Además tiene dimensiones espirituales que se traduce en que la esperanza tiene que ver
con la fe, con creer y tener confianza en algo, aunque no lo veamos, y desde el punto de
vista de la Psicología, este incentivo motivador se relaciona con las metas y el sentido de
agencia personal.
Por lo tanto se puede definir como un conjunto de ideas y creencias que nos ayudan a
encontrar caminos para alcanzar nuestras metas y nos dan confianza en que tenemos la
capacidad para lograrlas.
Sin duda alguna caminaremos en este diario vivir, rodeado de pruebas, de afanes,
sinsabores, en fin de todo lo que es cotidiano en este existir, y a veces sentiremos que nunca
cruzaremos las metas.
Pero es aquí, cuando surge la esperanza, si esa emoción activadora que nos produce
cambios positivos, y nos empuja a seguir, y a no claudicar para lograr propósitos, sueños, y
hasta salir avante en momentos cruciales.
Tomemos en cuenta, que habrá episodios o vivencias, en que se apersone el miedo que se
convierte en un monstruo que nos paraliza, y nos estanca, truncando todas las esperanzas
para enfrentar días nublados y grises.
Pero cuando fijamos la esperanza en nuestras vidas, fluyen estados de bienestar, que
fortalecen nuestra esfera afectiva-emocional, y por lo tanto se puede superar las rachas
difíciles.
Vea usted, se ha encontrado que influye sobre la recuperación de los enfermos, en casos de
personas que han sufrido quemaduras, que tienen artritis, fibromialgia y lesiones de la
columna, parece ser que las personas con mayores niveles de esperanza tienen más
capacidad para tolerar el dolor
En cuanto a la salud psicológica, sabemos que el alcanzar metas nos hace sentir bien, lo que
explica que las personas con más motivación generalmente están más contentas y

experimentan emociones positivas, ya que les ayuda a establecer y lograr lo que se
proponen.
Le comento, que de acuerdo a investigaciones revelan que las personas con más esperanza
tienen menores índices de depresión y se sienten más satisfechos con su vida, pues hay que
considerar que la positividad juega un papel determinante en nuestra vida afectiva.
Tomemos en cuenta, que las emociones positivas como la alegría, el placer, la serenidad, la
esperanza o la tranquilidad también cumplen un propósito evolutivo, ya que se ha
encontrado que amplían nuestros recursos intelectuales, físicos y sociales, y permiten
construir reservas que nos ayudan a enfrentar amenazas.
También se ha visto que esta emoción alentadora nos ayuda a manejar el estrés, un aspecto
especialmente interesante de la esperanza es que se asocia fuertemente con el sentido de la
vida, con creer que nuestra vida tiene significado y propósito.
Las personas que tienen altos niveles de esperanza tienden a conectarse mejor con los
demás, pues les interesan no sólo sus propias metas, sino las de las otras personas y son
más capaces de considerar diferentes perspectivas o puntos de vista.
La explicación es que los seres humanos percibimos el mundo en términos de emociones
positivas, negativas o neutras, y tanto las agradables como las desagradables están
profundamente arraigadas en nuestra psicofisiología.
La mayoría de las respuestas de las reacciones emocionales han existido desde hace mucho
tiempo y surgieron como parte de un proceso de adaptación y supervivencia de la especie
humana.
En lo espiritual, nuestra esperanza está fundada en Jesucristo, que es la fuente de vida
eterna, quien nos da una paz que sobrepasa entendimiento humano, que nunca se apague
nuestra fe, que siga creciendo.
“En Dios solamente reposa mi alma, porque de él viene mi esperanza.” (Salmo 62:5).
PRONTO AUXILIO EN INFARTOS.
Con denuedo la Secretaría de Salud, emprende tareas emprende tareas para prestar ayuda
pronto en accidentes cardiovasculares, con la finalidad de preservar la vida de quienes
lleguen a sufrir este tipo de percances.
En este sentido el Secretario de Salud Vicente Hernández Navarro, dio arranque a un curso
de actualización y presentación de la estrategia Código Infarto al personal médico y de
enfermería de las unidades hospitalarias de la entidad.

Estas enseñanzas a profesionales de la salud van enfocada para que cuenten con
conocimiento operativos en el momento en que se presenten estas contingencias y puedan
prestar auxilio idóneo para salvar vidas.
Además, al paciente o persona que sufra de enfermedades coronarias, se les bridara una
aplicación , es una herramienta que estará enlazada directamente con el CRUM, es una
manera de conocer inmediatamente quien sufra algún riegos y de inmediato lleguen a
auxiliar y prestar atención médica.
Nos vemos en la próxima
[email protected].