Por: Luis Enrique Arreola Vidal.

En tiempos donde el ruido suele disfrazarse de liderazgo, el DIF Victoria eligió hablar con resultados.

El 4º Informe de Lucy de Gattás no fue un acto protocolario, sino una declaración de unidad, una muestra tangible de que la asistencia social puede ser la raíz de la reconciliación en una ciudad que aprendió a resistir y a reconstruirse desde el corazón.

UNA CIUDAD QUE SE REENCUENTRA CONSIGO MISMA.

El Teatro Amalia G. de Castillo Ledón fue el escenario donde Victoria se miró al espejo de casi seis décadas de trabajo social y político continuo, representadas por las ex presidentas del DIF municipal, cuyos nombres y legado fueron honrados con gratitud.

Ahí estuvieron también ex alcaldes, empresarios, líderes de cámaras, asociaciones civiles y representantes de todos los sectores.

Sin distingos de color, sin trincheras ideológicas, porque cuando la causa es humana, la política se vuelve puente, no frontera.

“Unidos de corazón” fue más que un lema; fue la síntesis de un espíritu colectivo que ha sabido tejer esperanza entre generaciones.

Porque la unidad no se decreta: se construye, se trabaja y se siente.

EL OFICIO DE HACER BIEN LAS COSAS.

Bajo la dirección de Lucy de Gattás y el liderazgo operativo de César Saavedra Terán, el DIF Victoria consolidó una agenda que combina eficiencia, sensibilidad y constancia.

Un gobierno local que no improvisa, sino que planea, ejecuta y da seguimiento.

Un equipo que demuestra que la política pública más efectiva es la que escucha y acompaña.

CINCO EJES QUE MUEVEN A VICTORIA.

  1. Alimentar la esperanza.
    Porque comer es el primer derecho, no una dádiva.

El DIF Victoria sirvió más de 6 millones de raciones alimentarias y 4 millones de desayunos escolares en 210 planteles.

No hay mejor inversión que la que llena los platos de niñas y niños que ahora aprenden y sueñan con energía.

  1. Inclusión con hechos, no discursos.

El Centro Down Victoria es orgullo de la ciudad y referente estatal.
Único en su tipo, ha brindado más de 11 mil terapias y acompañamiento integral a familias.

Ahí, la inclusión dejó de ser una palabra bonita para volverse infraestructura social viva.

  1. Neurodiversidad con rostro humano.

El Centro de Autismo continúa fortaleciendo la atención temprana y la concientización.

En Victoria, la neurodiversidad se respeta y se atiende, reconociendo derechos donde antes había indiferencia.

  1. Movilidad digna, sin límites.
    El programa “Sin Límites” transporta diariamente a personas con discapacidad, rompiendo barreras físicas y sociales.

Porque la accesibilidad no es caridad: es ciudadanía plena.

  1. Comunidad viva y solidaria.

Los ocho CEDIF y las Casas Club del Adulto Mayor son el corazón cotidiano del sistema.

Más de 700 adultos mayores reciben atención, talleres y acompañamiento.

Son espacios donde el cariño y la dignidad se convierten en política pública.

UN INFORME QUE RECONCILIA.

El evento no fue una rendición de cuentas más: fue una escena de gratitud colectiva.

Ver reunidos a ex alcaldes, ex presidentas del DIF, empresarios y voluntarios fue testimonio de una ciudad que se niega a fragmentarse.

Victoria demostró que la asistencia social puede ser el punto de encuentro entre pasado, presente y futuro, un hilo que cose voluntades.

UN MODELO A SEGUIR

El patronato del DIF Victoria y su red de voluntariado mantienen viva la alianza entre sociedad civil y sector productivo.

Es la suma de voluntades la que convierte los desafíos en oportunidades y las necesidades en proyectos.

La solidaridad victorense se mide no por el ruido, sino por la constancia: por cada sonrisa devuelta, por cada vida transformada.

LO QUE SIGUE.

El reto es claro: consolidar, escalar y compartir el modelo.

Fortalecer los centros de atención, expandir el programa “Sin Límites”, blindar la alimentación escolar y seguir tejiendo alianzas.

Porque Victoria ya no sólo es un ejemplo local: es un modelo de gobernanza humana y eficiente que otras ciudades comienzan a mirar.

UNA CIUDAD UNIDA DE CORAZÓN.

Al cerrar su informe, Lucy de Gattás dejó una frase que sintetiza toda una filosofía de servicio:

“Unidos de corazón”.

Y esa unión —construida en silencio, con manos solidarias y rostros agradecidos— es la que mantiene viva la esperanza de una ciudad que avanza.

Porque en Victoria, la política se volvió humana, la asistencia se volvió amor y la unidad se volvió destino.