CUADRANTE POLITICO———–POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO—–
—- —
Cuando Aimé Castillo Pastor, mandaba en la SET, la cúpula arnulfista de la Sección XXX llegó al grado de organizar un paro magisterial. Buscaron chantajear políticamente al gobierno estatal. Querían que les abrieran la canasta, para servirse a manos llenas. Obviamente, la Secretaria les era incómoda, para operar sus trafiques.
Hoy, sabemos que Arnulfo y Ulises Ruiz, caciquillos magisteriales tamaulipecos, favorecieron a sus jóvenes y bellas asistentes personales con sueldos onerosos, impregnados de cariño y generosidad: La de ART con sueldo de 69 mil pesos. Y la de Ulises con 142 mil 500 pesos.
Esos apoyos desmedidos que fueron a parar a los bolsillos de las favoritas del SNTE, eran recursos oficialmente destinados para apoyar a los hijos discapacitados de las y los trabajadores de la educación en nuestro estado.
Originalmente, también fueron programados para estudiantes y profesoras jefas de familia. Todo ese recurso fue desviado, sin el menor pudor, por parte de Arnulfo y Ulises. En nada les importó que, veinte integrantes de la cúpula sindical, especialmente comisionadas y comisionados, no cumpliesen los requisitos para acreditar dichos apoyos.
Lo anterior es solo una pequeña muestra de la voracidad, con la cual se está manejando el profesor Arnulfo Rodríguez Treviño, un dinosaurio magisterial que hoy se lava las manos. Y se empeña en afirmar que él no tiene nada que ver en este escándalo que ha estremecido las estructuras de la educación y del SNTE en el estado.
Sin embargo, de acuerdo a un ,minucioso y amplio reportaje de investigación realizado por el medio “Elefante Blanco” y publicado en Animal Político, se da cuenta de como se operó un asqueroso desvío de 4.6 millones de pesos, orquestado por la mafia sindical de la Sección XXX, para favorecer a sus consentidas y consentidos de la nómina.
Se sabe que, tanto a nivel nacional como en el estado, los altos mandos solo esperan que Arnulfo y su pandilla depredadora concluyan el periodo de su cargo, al cual llegaron para servirse a manos llenas. Sin importarles el desgaste político de una noble institución gremial, como lo es el SNTE.
A la usanza de los viejos emperadores romanos, acosados por llagas morales y prácticas decadentes, antes de su relevo, Arnulfo ha agotado ya su narrativa sindicalera. Y a los ojos de las bases, ha quedado al descubierto como un dirigente permisivo de la corrupción y los privilegios, ejercidos por su círculo íntimo.
¿Que es lo que está ocurriendo actualmente en el magisterio de Tamaulipas? Sucede lo siguiente:
El segundo periodo de poder sindical, regenteado por Arnulfo Rodríguez, generador en un inicio de altas expectativas, hoy es sinónimo de decepción y de hartazgo. Pero peor tantito, la dirigencia de la Sección XXX, se encuentra convertida en un cóctel de esclerosis, cinismo e impunidad, donde un patriarca otoñal, promueve privilegios y corrupción, entre sus allegados.
Al menos esa es la amplia percepción de las bases magisteriales, a tal grado de que la presente gestión gremial caracterizada por abusos y corruptelas ha generado lo que antes se creía imposible: la unidad de sus ex adversarios electorales, en el pasado proceso interno.
Pero ese no es el principal factor que hoy se cierne sobre la actual estructura de poder sindical más significativa de Tamaulipas. Porque a raíz de los excesos cometidos por la pandilla magisterial, comandada por Ulises Ruiz, el brazo derecho de ART, han surgido grupos de radicalización política, identificados con la coordinadora nacional del magisterio.
Una de ellas es la organización que encabeza Simón Alberto Sánchez Arredondo, un activista identificado con la CNTE, y el cual no desaprovecha coyuntura política , para tratar de hacerse notar, a sabiendas de que orgánicamente, su movimiento es aun incipiente.