-En materia de seguridad pública las estadísticas no corresponden a la realidad
-La percepción ciudadana no va en paralelo con el informe de Omar García Harfuch
-A pesar del arresto de homicidas, continúa la extorsión a limoneros de Michoacán
H. Matamoros, Tamaulipas.-Cierto es que-estadísticamente hablando-podría existir la percepción de que el gobierno de la Cuarta Transformación está recobrando la seguridad y tranquilidad a lo largo y ancho del país.
En efecto, la reducción del 27% de homicidios dolosos, un porcentaje similar en lo que respecta al robo en carreteras, el incremento en 240% en la detención de generadores de violencia y el arresto de un par de supuestos o reales presuntos homicidas de un líder limonero en Michoacán, tal y como lo anunció en el Senado de la República el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, OMAR GARCÍA HARFUH, serían elementos muy generosos para presumir un importante logro en materia de seguridad pública del segundo piso de la 4T.
Desde esa perspectiva, el gabinete de seguridad en el sexenio de la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO habría superado con creces el programa “Abrazos, no balazos” que implementó a lo largo de casi seis años el ex presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, período constitucional considerado como el más sangriento en la historia del México moderno, de acuerdo a las estadísticas oficiales que documentan alrededor de 200 mil homicidios dolosos.
Tras afirmar durante su comparecencia en la Cámara Alta del Congreso de la Unión que, pese a los delitos en México, la estrategia va por el camino correcto, GARCÍA HARFUCH reconoció que el tema de la seguridad no está del todo resuelto.
En otro segmento de su comparecencia ante los senadores de las distintas fracciones parlamentarias precisó que “cuando no hay detenciones, no pueden bajar los delitos; nosotros mes con mes estamos presentando detenciones”, aseveración que, por supuesto, no resultó del todo convincente y, por ende, polarizó la opinión pública y senatorial.
Sin embargo, sin el menor ánimo pesimista, ideológico o partidista, la realidad es que la sociedad mexicana considera que, a pesar de las cifras oficiales, la inseguridad priva en gran parte del territorio mexicano a pesar de los numerosos arrestos de los ahora llamados “generadores de violencia”.
Coincidentemente, o tal vez no, la disminución de los homicidios dolosos va en paralelo al incremento de las desapariciones forzadas lo que podría ser un indicio de que las ejecuciones no paran y la delincuencia organizada solo desaparece los cuerpos de manera clandestina.
Los asesinatos a cualquier hora del día, lo mismo de funcionarios, profesionistas, activistas políticos, policías y enfrentamientos de civiles armados con las fuerzas del orden, reconózcase o no, es una realidad que está muy lejos de los supuestos logros en materia de seguridad en el actual sexenio.
Si antes fueron abrazos y en la actualidad son balazos, la verdad monda y lironda es que, la estrategia a nivel sicariato no resuelve de fondo el grave problema en que se ha constituido el crimen organizado y su diversidad de actividades ilícitas.
Con sobrada razón la vox populi se pregunta ¿de qué sirve que los arrestos de “generadores de violencia” se haya incrementado en 240%, si la sociedad mexicana está asediada por el aumento de la extorsión y cobro de piso?
Tan simple analizar como ese cáncer social ha contaminado a la ciudad de México, la propia capital del país y sede de los poderes constitucionales, sin que hasta el momento exista poder humano que lo combata y aniquile.
De mismo modo, otra corriente de opinión cuestiona el arresto de dos presuntos homicidas del líder limonero BERNARDO BRAVO, secuestrado, torturado y asesinado en Michoacán, si la extorsión a los productores del cítrico continúa como si nada.
Tampoco es nada alentador para México y los mexicanos que, si antes se asesinaban a 100 ciudadanos diariamente, actualmente solo 75 son privados de la vida de manera dolosa.
Por lo tanto, a pesar de las generosas estadísticas presentadas en el Senado de la República por OMAR GARCÍA HARFUCH no resulta objetivo ni apropiado el anuncio con bombo y platillo de la disminución de homicidios, robos y arresto de “generadores de violencia”.
No les falta razón a quienes opinan que ante la triste realidad que se vive a lo largo y ancho de la república mexicana en lo que respecta a seguridad pública, tales resultados ni tan siquiera merece que el campanero se acerque al campanario para hacer repicar las campanas en señal de júbilo.
O lo que representa lo mismo ¿de qué sirve lustrar el calzado si la plantilla, suela y tacón están sumamente deteriorados?
¿Cómo la ve?
DESDE EL BALCÓN:
I.-Cierto, cierto, muy cierto. Estadísticamente vamos bien en materia de seguridad pública, aunque, desde otra perspectiva que pretende ser objetiva, la realidad es muy distinta.
¿O no?
II.- LA MALA: Lamentable, muy lamentable que durante las fiestas patronales en honor a San Judas Tadeo celebradas en H. Matamoros, Tamaulipas, se permita la apología al delito con grupos musicales que interpretan corridos bélicos. Peor aún cuando uno de los “artistas” tuvo el atrevimiento de cantar un corrido de “la flakita” como denomina a la Santa Muerte.
Por fortuna, el párroco detuvo la irreverencia religiosa que se llevó a cabo en la explanada de la Iglesia San Judas Tadeo.
III.-LA BUENA: La Asociación Nacional de Periodistas, Locutores y Comunicadores de los Estados Unidos (ANPLC-USA) que preside GILBERTO CORTEZ colaborará con el promotor deportivo BARTOLO ROJAS ACOSTA en busca de oportunidades para los jugadores talentos que militan en la Liga Premier Matamoros, en este puerto fronterizo. La reunión se llevó a cabo en la ciudad de Dallas, Texas, sede de la ANPLC-USA.
Y hasta la próxima.