LOS HECHOS
POR José Inés Figueroa Vitela

La “naturalización” del uso de la mentira, como instrumento de denostación,
descalificación e insulto, en contra de terceros, desde el presunto anonimato de las
redes sociales, que precisaría impunidad, anda el camino de las correcciones.
Aunque a nivel de la opinión pública, trascienden más los casos de los políticos y
servidores públicos, lo cierto es que el fenómeno de la ciber-agresión no distingue
estratos ni condiciones socio-culturales, en el amplio abanico de motivaciones y
consecuencias entre victimarios y víctimas.
En política, el mayor ejemplo circunda en torno del Presidente norteamericano,
DONALD TRUMP, cuyas campañas se han soportado en el manejo de noticias falsas,
para descalificar a sus adversarios y para salir de situaciones embarazosas de orden
personal.
El el aquí contemporáneo sobra decir quienes han sid los mentirosos y cobardes de
la política y el gobierno efímero por el que pasaron; son del dominio público.
Lo que los publicistas electoreros denominaron como “la postverdad”, una
flagrante mentira usada como sustento para hacer terceras afirmaciones en busca de
un fin, cuando se ha podido desenmascarar, como pasó en las elecciones recientes de
Tamaulipas, no tiene mayores consecuencias para las víctimas-objetivo.
No obstante, en el trato individual de los ciudadanos y las ciudadanas comunes, o
aun en el de las personalidades de la cosa pública, la ligereza con la que se difunden
dichos y hasta imágenes alteradas de corte íntimo, suelen causar daño y dejar secuelas
individuales y familiares, colectivas inclusive.
Por eso, ayer fue bien recibida en el pleno del Congreso Local, la iniciativa contra
la Violencia Digital, con reformas al Código Penal del Estado, presentada por el
diputado morenista FRANCISCO ADRIÁN CRUZ MARTÍNEZ.
La propuesta busca establecer un tipo específico de violencia digital por insultos,
agravios y difamación en redes sociales, estableciendo sanciones proporcionales
(trabajo comunitario y multa), para proteger el honor, la reputación, la credibilidad y
el principio de inocencia de las personas físicas y morales, sin restringir
indebidamente la libertad de expresión, dice la iniciativa.

En las Fiscalías hoy se promueven variadas denuncias por actos de aquella
naturaleza, algunas de reconocidos personajes de la vida pública estatal a quienes, en
forma anónima o aún con nombre y firma de sus autores, se les han inventado hechos
para dañar su imagen, de forma deliberada o con abiertas intenciones de extorsión.
Eventualmente, las autoridades darán con los responsables, en el caso de las
publicaciones anónimas o harán comparecer a quienes han afirmado, para aplicarles
las penas procedentes, si no demuestran la veracidad en el contenido de sus
afirmaciones.
Con la nueva ley, que apenas es iniciativa y andará la ruta de las comisiones, antes
de someterse al pleno y eventualmente hacerse de aplicación, ahora si que, quien la
haga, ha de pagarla y solo entonces, los propagadores sabrán de antemano las
consecuencias, para atenderse a ellas.
Hoy, la fiesta continua en Tamaulipas.
Ayer tarde, el Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA iba a inaugurar la
Feria Tamaulipas en Victoria capital, acompañado de las fuerzas vivas, colaboradores
y colaboradoras, titulares y representantes de los otros dos Poderes y ciudadanos que
van a disfrutar de instalaciones y eventos.
Como los festejos feriales, el uso de la Cuera tamaulipeca, muy lucida en ese tipo
de eventos, es otra de las expresiones de nuestra cultura, por la que el Gobernador ha
estado trabajando, para proteger su identidad asociada a nuestra gente.
Por lo pronto, ya tiene en trámite ante el Instituto Mexicano de la Propiedad
Intelectual, la Indicación Geográfica, algo así como la denominación de origen que
aplica para las bebidas.
En este caso, para reconocer que la prenda con la que se identifica a Tamaulipas a
nivel internacional, “nació” en el municipio de Tula y está asociada a la identidad del
ser tamaulipeco.
Su historia es rica y su exposición en los escaparates más emblemáticos del mundo,
van desde su uso por dos jerarcas de la iglesia católica -los Papas JUAN PABLO II y
BENEDICTO XVII-, el Rey JUAN CARLOS de España, por supuesto la Presidenta
CLAUDIA SHEINBAUM y muchos artistas la han inmortalizado en el celuloide y en
sus presentaciones desde hace casi un siglo.
Siempre ondeando el orgullo del tamaulipeco.