LOS HECHOS
POR José Inés Figueroa Vitela

Los mercados políticos y burocráticos “están nerviosos”, se diría en el argot
financiero.
Acá en el barrio, a ras del suelo, lo que se recomienda es que “si tiene alguna duda,
no dude en dudar”… por aquello de que no te entumas.
Lo que todo mundo espera, desde el inicio del actual sexenio, es que el tal
FRANCISCO JAVIER “N”, sea confinado en una celda con todos sus cómplices, que
devuelvan lo que le quitaron al Estado y paguen por sus delitos.
A los estertores de lo que queda del viejo sistema, más una presunta intentona por
hacerse necesario, del último rescoldo de los polvos de aquellos lodos, no pocos
remiten las recientes expresiones del delito por distintos rumbos del estado,
ciertamente en forma aislada.
Cosa, en manos de los apartados sectoriales que en tiempo y forma tendrá
respuestas contundentes.
Contra los agoreros de la debacle, fletados en el último intento del pasado tortuoso
buscando revivir, lo que tenemos hoy es un Estado fortalecido, con un liderazgo
consumado, llegando al clímax para hacer valer todos sus fueros.
El doctor AMÉRICO VILLRREAL ANAYA, tiene hoy todos los hilos del poder en
la mano, que de origen le fueron escamoteados por una mente criminal y perversa,
frustrado reyezuelo de horca y cuchillo, quien pretendió eternizarse en el usufructo
del poder a sangre y fuego.
Ya sabe, el Congreso, el Tribunal de Justicia Administrativa, la Auditoría Superior
del Estado, la Fiscalía Anticorrupción, la Comisión de Derechos Humanos, el Instituto
de Transparencia.
Tambiíén el Tribunal Electoral, el Supremo Tribunal de Justicia, la Fiscalía
General, todos, los entes jurisdiccionales, maniataron de origen el desdoblamiento de
este gobierno y tendieron mantos de impunidad a favor del que se fue.
Una a una, con sensibilidad e inteligencia, con una amplia base social y fina
estrategia, sin romper el orden jurídico, ni atropellar los derechos humanos, las
instituciones volvieron al Estado.

Hoy see puede decir que ya se ha remontado la página negra de cuando estuvieron
todas ellas al servicio de la impunidad de un solo personaje, con sus extensiones.
Si por miedo u otras estrecheces, los facilitadores del saqueo prefieren en silencio
pagar con su vida en la cárcel los crímenes ajenos, es muy de ellos y los suyos; al
otro, como quiera más temprano que tarde lo va a alcanzar la justicia. 
Lo que ya está en marcha y nada ha de detenerlo, es el ejercicio pleno del Poder
Público, por el liderazgo político actuante.
¿Vienen cambios?, sin duda.
Todos aquellos personajes que se habían mantenido con bajo perfil en puestos de
toma de decisiones, por los buenos oficios del pasado sexenal, se sintieron infalibles
cuando pasó el tiempo y no les pidieron el cargo.
Pronto mostraron sus verdaderas lealtades y convicciones, ensoberbecidos,
actuando y hablando en contra del nuevo gobierno.
Cuente ahí desde jefes policiacos, hasta titulares y ejecutivos de oficinas
gubernamentales, de la Fiscal, el Catastro, el Registro Civil, delegaciones de
dependencias centrales, Comisiones e Institutos.
Esos, solo por mencionar algunos de los más visibles, por donde se tienen
detectadas fuentes negativas del servicio público.
La estructura cupular del gabinete, siempre lo ha dicho el propio Gobernador, está
en permanente revisión, contra resultados cumplidos, convicciones y necesidades
dinámicas, así que no se remite a fracciones de temporalidad o coyuntura.
Cada uno de los colaboradores directos del Ejecutivo, tuvieron una motivación en
el origen, tienen un cardex de servicios cumplidos a la causa, tienen un rol del
momento y proyecciones en la nueva etapa, si así se le quiere llamar: la del ejercicio
pleno del poder estatal.
La madurez y fortaleza de AMÉRICO alcanzada en su administración -que a otros
les llegó cuando ya se estaban yendo-, son las que marcan la pauta ejecutiva del futuro
mediato en el gobierno tamaulipeco.
Se van a ir quienes se tengan que ir, y llegarán quienes tengan que llegar, solo por
la conveniencia y preeminencia del pueblo tamaulipeco, sin adjetivos ni terceras
intenciones.
La correlación de fuerzas, andando en un mismo sentido, son las que potenciarán el
ejercicio público a favor de la modernización del estado, con infraestructura puesta al
servicio del acceso a mayores estadios de bienestar para todos.

“Con voluntad y Trabajo”, dice el Ejecutivo.
O como también dice el Chapulín Colorado cuando el terror lo asalta y la raza
repite echando miel a la herida: ¡Que no panda el cúnico!