La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
Un victorioso Américo Villarreal Anaya, con la envestidura de gobernador, por primera vez en su gestión, tuvo en su alrededor a la mayoría de los factores de poder, adentro y afuera de MORENA -adentro y afuera del gobierno- que tácita o explícitamente, le reconocieron su liderazgo.
Durante el informe de los avances en tres años de gobierno, lo más lúcido del panismo -Chucho Nader y otros-, lo más destacado de la militancia de MORENA, lo más participativo del Partido Verde, acompañaron civilizadamente a Villarreal Guerra en los esfuerzos por profundizar en la región la IV T y su Segundo Piso.
Hasta los desaforados precandidatos a gobernadores, senadores Olga Sosa Ruiz, José Ramón Gómez Leal y Maky Ortiz Domínguez, se cuadraron a un galvanizado Poder ejecutivo que ha dejado las amarras del pasado para dictar las nuevas reglas en la entidad.
Como pocas veces, el alcalde de Reynosa y primogénito de Ortiz Domínguez se paseaba al término del evento del gobernador con gran displicencia saludando a la clase política de cualquier color.
Los alcaldes, ni que decirlo: vitorearon a Américo como si fuera -de hecho, lo es- el primer día de su ascenso a la silla gubernamental.
El otrora retador grupo de los guachicoleros, capitaneados por Olga y el JR, se vio chiquito, menguado, reducido a una banda de niños regañados en un rincón del salón de clase.
Ayer en la entronización del Poder judicial de Tamaulipas, el senador morenista Gómez Leal presumía la íntima amistad con el rey del hidrocarburo ilegal en la ruta del Golfo, Adán Augusto López.
-Lo quiero mucho-dijo.
Y cómo no va a quererlo: es su principal patrocinador para la gubernatura de Tamaulipas. Como en algunas relaciones afectivas, el JR tiene dividido el corazón: parte con Adán Augusto, parte con su cuñado el exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca.
El amor de Gómez Leal por Adán Augusto es de los buenos.
Es como el de la chica fronteriza que clamaba ante su pareja:
-Pégame, castígame, pero no me dejes…-
El Poder legislativo, -de orientación mayoritaria morenista- estuvo atento al mensaje de Villarreal Anaya.
Desde el círculo más cerrado americanista, como Humberto Prieto, Víctor García, Úrsula Salazar Mojica, Adrián Cruz y Armando Zertuche, hasta compañeros de viaje, anotaron los mensajes encriptados del gobernador.
El flamante Poder judicial, en su primer acto de fe a la IV T y su Segundo Piso, se formó como todos los entes de autoridad en Tamaulipas: en la fila del gobernador.
El temor y la incertidumbre que generaban los emisarios del pasado, cada día se disipan más.
El Segundo Piso de la IV T, está por despegar en la región.