APOSTOL
El Oráculo del Sur
Por MARCELINO García CONTRERAS

El líder del Congreso de Tamaulipas Humberto Prieto Herrera, hoy viste el chaleco de MORENA, pero sus inicios políticos fueron en la juventud del PAN, aliado con el ex Gobernador panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca y cómplice de la ex alcaldesa Maki Ortiz Domínguez, hoy senadora –y fuerte aspirante a la gubernatura- del partido Verde Ecologista a la gubernatura de Tamaulipas.
El líder del Congreso PRIETO HERRERA, se convertido en un sacerdote de la mentira y apóstol del cinismo, hoy, se envuelve en la bandera del “pueblo bueno” y escupe – en las mañaneras del Congreso- discursos con saliva de demagogia bendita
Hoy el legislador reynosense critica el saqueo del PAN, del que fue participe, con los jugosos contratos que –cuando era alcaldesa Maki Ortiz Domínguez-, le entrega a su padre a través de la empresa HUMAYNA entre el 2018 y 2022 por montos millonarios.
Así hoy, el DIPUTADO de MORENA, es un bendito de la legalidad, beato de la austeridad, pero con gastos exorbitantes en el Congreso de Tamaulipas, predica el sacrificio de la mentira y se atraganta con el erario
Se presentan como redentores, pero es un nuevo mercader expulsando a latigazos a quien intente cuestionar su culto.
El populismo lo disfrazó de cruzada espiritual: su biblia es el resentimiento, su dios es el poder, sus profetas son payasos con micrófono y sus mandamientos son simples: obedecer, callar, votar y aplaudir.
Lo demás no importa.
Al tiempo, no importa si hoy HUMBERTO PRIETO HERRERA, porta el chaleco de MORENA, son la misma plaga de políticos solo con diferente uniforme y desde el altar de la mañanera del Congreso de Tamaulipas, donde se escupe saliva con el culto a la mentira y se prostituye la idea de justicia para el pueblo.
Y como decía el sacerdote de mi parroquia son los mismos demonios con distinta sotana. Son buitres que cambiaron de camiseta.
Hoy Morena en Tamaulipas no es un partido: es un circo – de los mismos del PRI, PAN y PRD-, de espejos deformados, una feria macabra donde la mentira se vende como esperanza y la corrupción se viste de transformación.
No son revolucionarios: son parásitos que encontraron en la demagogia un disfraz rentable.
Se venden como salvadores, pero tienen el aliento de Judas y las manos manchadas de treinta monedas multiplicadas por mil.
Así está Tamaulipas, con sus nuevos apóstoles que venden ilusiones e hipotecan el futuro con discursos vacíos, sacerdotes de la mentira y mercaderes de la esperanza… Y apóstoles del cinismo.
Oraculeros… Nos Vemos por Tamaulipas.