La Comuna Exprés
José Ángel Solorio Martínez
¿Es útil la Historia?
Muchos conservadores se harán esa pregunta, para en tono autosuficiente responder en un mundo dominado por el capital, que trata de borrarla del amplio espectro del conocimiento:
-No. No es una disciplina del saber, que provea y produzca comida y bienestar al hombre; por lo tanto, es una herramienta inmaterial que no hace falta en nuestra sociedad.
Es un instrumento, para los holgazanes que se ensimisman tirándose en la hamaca del pasado, dirán.
Daré algunos datos que explican el uso práctico de la Historia:
1.- Explica el presente. Sin el estudio del hombre en el tiempo -que es la definición que más me gusta- no se entiende de dónde viene, por lo que se complica a dónde va.
¿Se puede vivir sin el pasado?
Ilustrémoslo:
¿Qué ocurre a una persona que crece sin padres?
Transitará con un vacío existencial, caminará con una mutilación de su espíritu -en el sentido filosófico- y de no resolver esa contradicción -es decir: reconocer y entender las causas de su conflicto- arrastrará toda su vida la incomodidad de ese enorme hueco en el cuerpo y en el alma.
En otras palabras: sobrevivirá sin una identidad plena; sin un entramado de raíces que lo mantenga de pie y enfrentará dificultosamente su presente e imaginará un futuro oscuro y desalentador.
El miedo al futuro, sólo se comprende por las oquedades del pasado.
Exactamente, eso pasa con las sociedades.
Conocer el pasado, crea hombres libres.
2.- Es indispensable, para la creación del conocimiento nuevo. No se puede construir saberes, sin articularlos con lo que ofrecían en el pasado los pensadores. Nada nace de la nada, sentencia la dialéctica. La Academia es una actividad incierta sin estudiar la historia de las disciplinas; conocer el comportamiento y el desarrollo de áreas del saber pretéritas es fundamental en los avances epistemológicos del hoy.
¿Por qué estudian los abogados Derecho Romano?
¿Por qué los profesores analizan a Rousseau, a Makárenko y a Freire?
¿Por qué los médicos siguen citando a Hipócrates?
3.- Es la ciencia que más se acerca a las artes, a la literatura. La narrativa que genera la necesidad de contar los hechos del hombre en el pasado es, dice Hayden White, un “artefacto literario”.
Es decir: no hay narrativa científica que produzca más placer espiritual que la proveniente de la historia. No en vano, las hazañas de los héroes griegos se comunicaban en verso.
Luego les cuento, qué hacen los periodistas y los políticos, que soslayan el conocimiento histórico en su praxis…