Opinión pública
Por Felipe Martínez Chávez
Ganaron 138
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Se le apareció el Diablo al jefe estatal del
Partido Verde Ecologista, Manuel Muñoz Cano, por machista y tratar de
denigrar a la diputada Katalyna Méndez Cepeda, de quien se refirió como
“la niña que está en el Congreso”.
Dolió que cuatro diputadas que llegaron sigladas por el PVE
abandonaron esa bancada. La agarró contra ellas en el afán de humillarlas.
Méndez es de las que no se deja en lo personal y, a nombre de las
mujeres presentó denuncia ante autoridades electorales por violencia
política en razón de género. Espera castigo ejemplar para el agresor.
“No soy ninguna niña que anda corriendo por los pasillos de este
Congreso; soy una mujer, madre de familia, y estoy aquí trabajando como
diputada gracias a casi 50 mil personas que votaron por mí”, expresó en
sesión de la Comisión Permante, el fin de semana.
A Muñoz se le fue la lengua. No es algo menor referirse en esos
términos para con una legisladora, y más cuando lo dijo en entrevista
radiofónica. Sabía el alcance de su ofensa, de tal forma que tiene bien
ganado un escarmiento.
No obstante los días transcurridos, no se ve arrepentido. No hay
disculpa pública ¿va a esperar que se lo ordene la autoridad?. Con 90 días
de perdón diario, vía redes, lavaría culpas.
Como es jefe estatal del Verde ¿él y su gente van a seguir agrediendo a
las mujeres?. De que hay mentes obtusas, enraizadas en la vieja cultura
machista y misógina, las hay.
Tema aparte, la primera pregunta es ¿por qué renunciaron? ¿presiones?
¿se sintieron incapaces? Nadie se tragó lo de razones personales.
La dimos una “vuelta” al tema de cuatro personas juzgadoras que
renunciaron antes de cobrar su primera quincena en el Poder Judicial de
Tamaulipas, pero no hallamos nada extraordinario, o razones políticas.
Dicen que nadie se retira de una chamba en que gana (va aganar) bien,
a menos que tenga en la bolsa otra con más ingresos. Nunca te vas, te van,
dicen los políticos.
La verdad parece que ellas y ellos se vieron disminuidos por falta de
experiencia en el tema, “chiquitos” para la empresa que iban a iniciar y, en
un acto de honestidad, prefirieron dar oportunidad a otros. De ser cierto esto
último, fijaría un precedente en la historia de la cosa pública ¿quiénes son?.
1.- Yaritza Adziry Bonilla Molina, nacida en Matamoros, renunció a ser
titular del juzgado de primera instancia en El Mante. Cosechó 3,500 votos
pero no fue la más votada. El primer lugar fue para Cristian Reyes García.
Estudió Leyes en un instituto local de la cañera. Su registro en
profesiones dice que se tituló en 2022, lo cual riñe con el requisito de una
experiencia profesional de cinco años en la actividad jurídica, que fijó la
convocatoria para jueces.
Igual apareció en lista de aspirantes a la Sala Regional del TRIFE,
donde no avanzó en la eliminatoria.
Dos días después que el Congreso del Estado aceptó su renuncia,
escribió en redes: “A veces las cosas pasan por algo, y tendré mis razones
para haber tomado esta decisión, pero estoy muy contenta y orgullosa de
mi, por haber llegado a participar y quedar electa al cargo como jueza,
gracias a esto y a las oportunidades que se me ofrecieron crecí
personalmente y profesionalmente, así cierro este etapa en mi vida y
nuevamente gracias a todas las personas que me apoyaron en este
recorrido algo largo y desgastante”.
Labora para el Instituto de Defensoría Pública del Gobierno.
2.- Ivonne González Salinas, 35 años, originaria de Monterrey, Nuevo
León, jueza de primera instancia civil Nuevo Laredo. No hay muchos rastros
de su campaña por la chambita. Registró 8,800 votos según el cómputo del
IETAM. Se quedó muy lejos del primer lugar, que fue para Armando
Saldaña Badillo, con 19 mil.
Es egresada de la Universidad del Norte, en Nuevo León, donde se tituló
en 2015.
Datos de los comités de evaluación dicen que no cumplió con las “cartas
de referencia de vecinos, colegas o personas que respalden su idoneidad
para el cargo”, lo que en un momento debió haber solventado.
Su antecedente laboral es que trabajó para la Auditoría Superior del
Estado en el área de Substanciación.
Como candidata a jueza, hay dos propuestas en las que dejó más dudas
que certezas: Modernizar el sistema judicial, con la aplicación de la
inteligencia artificial, con la finalidad de agilizar los expedientes en trámite y
ampliar la plantilla del personal para reducir la carga de trabajo.
3.- Anabel Almazán Botello, 40 años, de ciudad Victoria, electa como
jueza en Altamira. Trabaja en Mediación del Gobierno del Estado. Su
carrera inicial fue de Técnico en Computación por el Cebetis 119 de Victoria
capital.
Hizo maestría en Educación en la Universidad de Francisco Chavira, sin
alcanzar título. Presentó solicitud para jueza de Distrito en lo federal.
En la local consiguió 27 mil votos, lejos del primer lugar que fue para el
juez en funciones Gilberto Barrón Carmona, con 38,350.
4.- Javier Colunga Reséndiz, originario de El Mante, 28 años, titulado en
la UAT en 2020 ¿cumple el requisito de cinco años de experiencia?. Ha
trabajado de auxiliar jurídico en secretaria Administración de Tamaulipas, y
jurídico Auditoria Superior.