Columna Opinión Económica y Financiera.

Dr. Jorge A. Lera Mejía.

El municipio de Altamira consolida su desarrollo con obras históricas y visión social. Este miércoles 10 de septiembre, en punto de las 6 pm ante miles de ciudadanos reunidos en la Plaza principal frente al Palacio, el presidente municipal de Altamira, Dr. Armando Martínez Manríquez, rindió su primer informe de labores correspondiente a su segundo periodo trianual (2024-2027), dando cuenta de un año de avances contundentes en infraestructura, desarrollo social y modernización del municipio.

La ceremonia contó con la presencia de los integrantes del Cabildo, representantes empresariales de la AISTAC, delegados del gobierno estatal y líderes comunitarios, así como el representante del gobernador Dr. Américo Villarreal. El evento confirmó la confianza ciudadana en un gobierno caracterizado por el trabajo conjunto, la visión progresista y la transparencia.

Durante el ciclo 2024-2025, el municipio de Altamira ejerció un presupuesto récord superior a los 526 millones de pesos en obra pública, superando la marca del año anterior. Este esfuerzo sin precedentes permitió ejecutar proyectos prioritarios para el desarrollo integral de la ciudad y las comunidades rurales.

Entre los más emblemáticos destaca el intenso programa de pavimentación, modernización de vialidades y mejora de caminos rurales, así como la rehabilitación de espacios públicos y zonas deportivas en beneficio de la juventud y las familias.

Uno de los logros más relevantes es el avance en la escrituración para más de 700 familias de la zona rural, especialmente en el Ejido «Francisco I. Madero», en coordinación con el Instituto Nacional del Suelo Sustentable (INSUS), lo que da certeza jurídica a quienes han esperado décadas para formalizar su patrimonio. Además, se destinaron recursos para el alumbrado público, la renovación de banquetas y la construcción de infraestructura hidráulica, mejorando el acceso a servicios esenciales en sectores marginados.

Uno de los ejes estratégicos ha sido la recuperación de la Laguna del Champayán y su sistema lagunario, fuente vital de agua y pulmón ecológico de Altamira. Bajo el Programa de Saneamiento y Recuperación, se logró retirar más de 700 mil metros cúbicos de sedimentos, lo que multiplicó la capacidad de captación y profundidad del vaso lacustre –pasando de 30 centímetros a 2.5 metros en algunas zonas–, y eliminó focos de contaminación tras más de 50 años de rezago.

El desazolve incluyó también acciones en las ex lagunas de oxidación, saneando espacios usados previamente para aguas residuales urbanas y rehabilitándolos para nuevos usos deportivos y recreativos. Este avance no sólo asegura el abasto de agua para futuras generaciones, sino que mejora el entorno ambiental y la salud de las familias aledañas. Las tareas, coordinadas con la COMAPA Altamira, reportan una remoción diaria estimada de 20 metros cúbicos de sedimentos y la recuperación de más de 8 hectáreas en el sector La Florida.

El informe destacó el clima de certidumbre para la inversión con la ciudad de Altamira y su Puerto designados recientemente como Polo de Desarrollo Económico del Bienestar dentro del Plan México de la presidenta Claudia Sheinbaum, lo que traerá incentivos para nuevas empresas y consolidará el liderazgo industrial de la región. Esta política pública posiciona a Altamira como una de las 13 zonas clave para la atracción de empresas, el impulso a la generación de empleos y el desarrollo tecnológico, con expectativas de un “boom” industrial y petrolero para el sur tamaulipeco en los próximos años.

Paralelamente, el apoyo a emprendedores y microempresas, los programas de capacitación para jóvenes y mujeres, y la mejora de espacios para el comercio han formado parte de la estrategia municipal para elevar la competitividad y la calidad de vida.

El alcalde resaltó que la planeación municipal se realiza con base en el Plan de Desarrollo 2025-2028, con la ciudadanía como eje central. El gobierno impulsa la transparencia, el fortalecimiento institucional, el acceso a servicios de calidad, la educación, la mejora de la seguridad y la sustentabilidad ambiental.

Martínez Manríquez refrendó su compromiso de gobernar con humanismo y determinación, para que cada obra, programa y recurso se traduzca en mayor bienestar y oportunidades reales para toda la población: “Consolidamos a Altamira como la gran ciudad de la transformación, gracias al empuje, confianza y trabajo de su gente”.

Altamira se proyecta así como un referente de desarrollo sostenible y equidad social en Tamaulipas y en el norte de México.