LOS HECHOS
POR José Inés Figueroa Vitela

Con los primeros detenidos de la primera banda de huachicoleros mayores
detenidos, no faltaron quienes se apresuraron a celebrar al repasar entre los 14, los
nombres de FRANCISCO JAVIER “N” e ISMAEL “N”.
Luego vino la desilusión, cuando con las fotos, no coincidían los generales, ni
tampoco los almirantes, capitanes, marinos cómplices.
En general se trató de integrantes de la Marina Armada de México, funcionarios
portuarios y tres socios de las empresas transportistas implicadas, entre las que otras
historias y nombres se tejen, esos sí, de personajes conocidos.
Claro, el desvergonzado exgobernador prófugo y sus miserables cajas de
resonancia, como quiéra se apresuraron a gritar “¡al ladrón!… ¡al ladrón!”, tratando,
como siempre, con el mayor del cinismo tratar de desviar la atención respecto de sus
evidentes complicaciones.
Obran en autos las veces que, a partir de una ley hecha exprofeso -como las más
que mandó hacer para delinquir-, inventándose un “SATito” propio, a los primeros
que mandó agarrar fue precisamente a los camiones-cisterna huachicoleros de
MEFRA y ROCA.
Los mismos en los que está involucrado el exdiputado prianista JOSÉ DE JESÚS
TAPIA FERNÁNDEZ y cuyos ejecutivos aparecen entre los primeros detenidos; sus
traileres-cisterna invariablemente fueron soltados con multas de 2 mil 500 pesos,
luego de comprobarles que traían diesel de contrabando en cantidades industriales.
¿Y la flotilla de pipas huachicoleras que incautó con gran alboroto CABEZA y
soltó en el más completo sigilo porque resultaron implicados parientes y miembros de
su gobierno?
Fue tal el cinismo, que el responsable abandonó el cargo haciéndose “ojo de
hormiga”, pero en cuanto “arregló” con uno y con otros, regresó a ejercerlo, con todas
sus potestades, en el pasado sexenio panista.
En ese trayecto aparece como sospechoso, en las líneas de investigación sobre el
asesinarto de un periodista en Victoria capital. 
A nadie sorprenden tratando de desviar la atención repartiendo culpas; lo más que

logrará el exgobernador de triste memoria es ampliar el abanico de implicaciones, con
quienes lo andan queriendo proteger sin entender de qué se trata el tema.
Son 200 nombres los que aparecen como presuntos implicados, en el avance que
muestra la investigación sobre los decomisos mayúsculos de Tampico y Ensenada,
que tienen los mismos protagonistas y para los que está en trámite la obtención de
sendas órdenes de aprehensión.
Así que nadie puede aun darse por evadido.
Hasta los gasolineros que tenían “en oferta” sus combustibles, con las mayores
clientelas y a raíz de los decomisos subieron sus precios, presuntamente “porque
ahora sí tienen qué comprárselos a PEMEX” están en la mira de los investigadores.
Otra cosa revelada en la conferencia dominical, donde se anunció el desenlace de
las primeras actuaciones ministeriales sobre el caso Tampico, fue el presunto motivo
del asesinato del que fuera Delegado en Tamaulipas de la Fiscalía General de la
República, acaecido en Reynosa hace unas semanas.
Y sí, tuvo que ver con decomisos de huachicol, pero no los de Tampico, Coahuila o
Reynosa, como inicialmente se sospechó.
Dijo el Fiscal General GERTZ MANERO que tuvo su raíz en un decomiso de
huachicol “no fiscal” en San Luis Potosí, cuyas pistas llevaron a depósitos ubicados
en Reynosa y en ello se multiplicaron los hallazgos.
Como que el tráfico de combustibles se da en ambos sentidos; de Estados Unidos
traen los refinados de contrabando para no pagar impuestos en México y de aquí para
allá se llevan los robados, que se sustraen de los ductos y refinerías de la empresa
paraestatal.
Y que por sobre los grupos delincuenciales domiciliados en Tamaulipas, hay otros
que vienen de lejos a operar aquí, ya no precisamente de paso.
Eso dijo el Fiscal General en la conferencia dominical.
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