Opinión pública

Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- La Doña se aventó un berrinchito más.
Buscaba la inmortalidad en el municipio donde es avecindada. Para ello
contó con la complicidad de su cachorro alcalde.
Maki Ortiz Domínguez se sentía en las estrellas luego que su hijo Carlos,
jefe edilicio, mandó imponerle su nombre -¿quién autorizó?- al Cebetis de
nueva creación No. 302 de Reynosa, en marzo pasado. Lo hicieron con
impunidad. Se pasaron por el arco del triunfo toda norma legal y moral, de
jure y de facto. Se creían dueños de la institución de bachillerato.
Un golpe sobre la mesa los hizo despertar este fin de semana, cuando el
secretario de Educación, Mario Delgado Carrillo, y el Gobernador Américo
Villarreal Anaya, inauguraron el tal Cebetis que no se llamará “Dra. Maki
Ortiz Domínguez”. No tendrá nombre de algún humano.
¿Con qué méritos? ¿acaso educadora? ¿servicios a la Patria que lo
merezcan?. La norma de la nomenclatura de escuelas es que sean
personas fallecidas, y Maki está vivita y coleando.
El cachorro se adjudica la construcción del edificio en los dos trienios
que lleva cono alcalde, y que “donó” a la SEP con el nombre de su madre.
La felicidad les duró cuatro meses.
Necesitarían andar muy suertudos. En Tamaulipas hay 23 Cebetis –
ahora son 24- y no todos llevan el nombre de alguien.
Aparte del número de identificación numérica ordinaria, cuatro son los
bautizados, y no es homenaje a los constructores o de sus mamitas sino de
héroes y personas que prestaron servicios eminentes a la nación.
El primero es el 07, precisamente de Reynosa, que seguido impone
“José María Morelos y Pavón”, héroe de la Independencia (hay otro en
Ecatepec, Estado de México).
Cebetis 189, de Matamoros, anota el nombre de pila del General Lucio
Blanco como homenaje al autor del primer reparto agrario en México.
El 219, Padilla, rinde honores a Ricardo Flores Magón, considerado el
precursor de la Revolución Mexicana.
Por último, el Cebetis 164 de Madero, enaltece al licenciado Emilio
Portes Gil, tamaulipeco ex Presidente de la República.
Nada más. Al lado de ellos nada tiene que hacer la chihuahueña Ortiz
Domínguez, primero panista y ahora sedicente del Verde Ecologista.
Ardida porque autoridades de la Dirección de Educación Tecnológica
borraron el nombre de “Maki Esther Ortiz Domínguez” a la entrada de las
instalaciones y quitó una placa metálica alusiva, calificó en redes que fue
una “bajeza de espíritu”. Sin mencionar gente, dio a entender que la acción
fue de funcionarios del Gobierno del Estado.

Por si no lo saben ella ni su retoño, los nombres se imponen desde la
dirección general de la DGETI, y no es para rendir homenaje a cualquier hijo
de vecino: “Construyo el edificio pero le pongo el nombre de mamita”.
Recordemos que fue expulsada del PAN por “traidora y malagradecida”.
Se refugió en Morena a cuyas siglas pidió “raid” y quería manejar. Intentó
tumbar la candidatura de Américo Villarreal en 2022.
El muchacho cometió falta al inscribir en la placa metálica que “la
construcción de esta obra se inició en el periodo 2021-2024 y se concluyó
en el periodo 2024-2027, durante las administraciones del Lic. Carlos Víctor
Peña Ortiz, presidente municipal de Reynosa, donada a la secretaría de
Educación Pública, Dirección General de Educación Tecnológica Industrial y
de Servicios”.
¿Desde cuándo un alcalde puede donar algo que no es suyo? Nada
sacó de su bolsa. Fueron recursos públicos, impuestos de los ciudadanos.
No puede tampoco, en “inauguraciones”, hacer inscripciones en obras,
imponer nombres, imágenes o símbolos que impliquen promoción
personalizada. Se da uso indebido de recursos públicos con fines
personales.
La propaganda gubernamental debe ser institucional y no enaltecer a
alguien como lo hizo Peña.
El ardor de la matriarca fue más lejos. Horas después, en la misma
Reynosa, el coordinador nacional del Partido Verde, Arturo Escobar Vega,
“destapó” como precandidata a la gubernatura a la senadora Ortiz
asegurando que en 2028 irán solos, sin coalición con Morena y el PT.
No es la primera vez que la “destapan”. Desde el 2009 se ha quedado
vestida y alborada. Ahora no podría ser la excepción.
Ese año fue mencionada por el dirigente estatal del PAN, Francisco
Garza de Coss, como figura para buscar la gubernatura, junto con los gallos
Angel Sierra Ramírez, Gustavo Cárdenas, José Julián Sacramento, Jesús
Nader, Francisco Cabeza de Vaca y Arturo Elizondo.
Repitió el sueño en 2016 cuando el PAN prefirió a Cabeza de Vaca.
En septiembre del 2021 se “autodestapó” por la gubernatura, ahora por
el partido Morena y aliados. Perdió amparos que interpuso contra el CEN.
Por cierto, no representa a Tamaulipas en el Senado. Por esta tierra son
senadores de mayoría Olga Sosa Ruiz y José Ramón Gómez Leal, y por
primera minoría Imelda Sanmiguel.
En temas universitarios, la UAT avanza en un proyecto para analizar
efectos secundarios de medicamentos en tratamiento de cáncer en niños,
con el propósito de encontrar alternativas que ayuden a mejorar la calidad
de vida de los pacientes.
Desarrollado en la Unidad Aztlán de Reynosa, es financiado por la
secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, y es una de
las pocas investigaciones que aborda este tema en México.