Cd. Victoria, Tam.- Por acuerdo formal entre los dos gobiernos, están exentos de la pena capital los reos mexicanos que fueron incluidos en las dos cuerdas enviadas a Estados Unidos los días 27 de febrero y 12 de agosto (55 en total).

Sin embargo, el compromiso no aplica al caso de personajes como ISMAEL, el “Mayo”, ZAMBADA, cuya captura y traslado fue anterior, sin participar nuestra autoridad nacional. Esto permite entender el interés del “Mayo” (y sus abogados) por colaborar con la justicia americana, ante la posibilidad real de la pena máxima.

De aquí la claridad de sus declaraciones, elaboradas con un visible sentido político, muy al gusto de la fiscalía gringa, al decir cosas como:

-«La organización que dirigí promovió la corrupción en mi propio país al pagar a policías, comandantes militares y políticos que nos permitieron operar libremente. El pago de estos sobornos se remonta a mis inicios (…) y continuó durante todos los años de existencia del cártel.»

Los medios mexicanos también otorgan al caso un cariz político y destacan la actividad corruptora de ZAMBADA durante 45 años (1979-2024). Lo cual involucra a ocho periodos presidenciales, en los que sobornó a mandos políticos, policiacos y castrenses.

TESTIGO DE LUJO

La importancia de ISMAEL para la corte neoyorquina es su antigüedad en el negocio. Hombre experimentado, puede dar testimonio de casi medio siglo, incluyendo las componendas con las más diversas autoridades.

Lo avala la discreción que observó en sus momentos de gloria. A diferencia de CARO QUINTERO o los ARELLANO FÉLIX, el “Mayo” eligió el bajo perfil, lejos de reflectores y periódicos. Y lo hizo con tal éxito que hasta los presuntos especialistas pensaron por mucho tiempo que el jefe del cártel era el “Chapo”.

A excepción de don JULIO SCHERER GARCÍA quien, en vez de entrevistar al “Chapo”, abordó directamente al verdadero jefe, ISMAEL ZAMBADA.

Aquella célebre portada en la edición 1744 del semanario PROCESO, donde SCHERER aparece junto al líder supremo del Pacífico. Reportaje de portada que llevó por título: “En la guarida del Mayo Zambada, crónica de un encuentro insólito.”

Era abril de 2010. Se observa un “Mayo” todavía atlético, en plenitud, con una playera tipo “polo” color lila, pantalón de mezclilla y cachucha oscura. Rostro colorado, mirando de frente a la cámara en gesto retador, la mandíbula echada hacia adelante, bigote y pelo muy negros. Puede hojearse en SCRIBD: https://tinyl.co/3dAy

DETERIORO FÍSICO

Estampa, sin duda, muy distinta al individuo escuálido, fantasmal, de tez amarillenta y rostro fatigado que 14 años después apareció en los medios, el 25 de agosto de 2024, cuando fue raptado por uno de los “chapitos” para entregarlo al gobierno gringo en el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, cerca de El Paso, Texas.

Debilidad que después lució ISMAEL ante la corte neoyorquina. Decaído, ojeroso, confirmando las versiones que reportaban un cuadro de diabetes, añadiendo la presencia de ácido úrico en una rodilla, con el consecuente problema de movilidad.

Nacido en El Álamo, Sinaloa, cumplió 77 años el primero de enero pasado. Desde su primera comparecencia, dada la famosa regla 53 de procedimientos criminales que prohíbe tomar fotos en tribunales federales, la ilustración del juicio quedó a cargo de artistas judiciales.

Cronistas del pincel, suelen elaborar rápidos bocetos sobre el aspecto que guarda la audiencia y los personajes implicados. Tarea conocida como «courtroom sketch» (bosquejo de la corte) que puede verse en este otro link: https://tinyl.co/3dAx

El retratista debe ser discreto, rápido y preciso, con apuntes cercanos al estilo impresionista, por sus económicos manchones de color; contornos apenas sugeridos pero expresivos. Sin tiempo para ser minucioso ni exhaustivo, buscando tan solo capturar el gesto.

COROS DE SALVACIÓN

La confesión del “Mayo” sería, apenas, el principio. Hay un número importante de potenciales declarantes que no llegaron en los vuelos de febrero y agosto. Es decir, son susceptibles de condena a muerte y, por lógica, los más interesados en declarar lo que sea necesario para salvar sus vidas.

En esa tesitura se encuentran dos de los “Chapitos”: (1) OVIDIO GUZMÁN LÓPEZ quien ya aceptó sus culpas en julio de 2025 ante una corte de Chicago, en espera de sentencia y también (2) IVÁN ARCHIVALDO GUZMÁN SALAZAR, capturado del lado americano en 2015, internado en una prisión federal de Nueva York y pendiente de juicio.

Ellos, al igual que ISMAEL ZAMBADA, serían francos prospectos a una colaboración íntima con la justicia, por el camino franco del chivatazo, la delación. Volverse informantes para salvar el pellejo.

Por cierto, la silla eléctrica está en franco desuso. Lo que hoy priva es la inyección letal con dosis masivas de pentobarbital sódico. Barbitúrico administrado por vía intravenosa que provoca la muerte por paro respiratorio y cardiaco en un lapso calculado entre 5 y 20 minutos.

Pero nadie quiere llegar a eso. Sobre todo si tienen información importante que involucre a figuras políticas y sea de interés para intercambiarla, tal vez, por una cadena perpetua.

Cantar lo necesario, en el volumen y el tono que les indiquen. Este es, precisamente, el temor de quienes cargan culpas al sur del Río Bravo. Ser alcanzados por alguna melodiosa canción de Brooklyn.

BUZÓN: [email protected]

WEB: http://lopezarriagamx.blogspot.com