La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
La reorganización de MORENA-TAM, está quedando a deber a la militancia y al proyecto original. La vocación democrática de sus orígenes, lo echaron al caño la intervención de algunos alcaldes. El más bochornoso caso es el del alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez, que usa como instrumento de control político partidista a sus hijos y a sus hermanas.
Hasta en riña, terminaron algunas asambleas en diversas zonas altamirenses.
Los consanguíneos del alcalde metieron con calzador -y con violencia- a personeros suyos en la estructura de MORENA en la ciudad.
En Reynosa, igual: el senador José Ramón Gómez Leal se destacó por su manipulación de los nuevos comités del morenismo; a la usanza de los viejos caciques de la época del PRIAN su intromisión se notó hasta en Río Bravo, sin importarle los factores locales que allí tienen influencia.
El Calabazo Villegas fue omitido por los representantes de JR, que, como Pablo por su casa, encabezaron la reagrupación de los comités de MORENA.
Esas conductas, están más cercanas a las del pasado del viejo régimen y no a las de la IV T y su Segundo Piso.
La senadora Olga Sosa, también se destacó por su activismo torciendo la voluntad de las militancias.
Una cosa, es la incentivación para convocar a la ciudadanía a organizarse; otra, es llamarla a aglutinarse en tono a sus anhelos políticos personales.
Lo que hicieron no es fortalecer el partido; intentaron, apuntalar sus sueños adelantados.
¿Es censurable su actuar?
Sí: cancelan el libre albedrío de los dirigentes y miembros del partido.
Se debe señalar: ni fueron justas ni fueron democráticas esas tareas partidistas.
La abierta participación de las autoridades municipales y de miembros del Poder legislativo, convierten a MORENA en un movimiento carente de legitimidad y denota la ausencia de legitimidad, que necesariamente condena a esa organización política a su temprana desvirtuación.
¿Qué intentan Sosa, JR y Armando?
Es claro: llegar al próximo escenario electoral -ellos creen- con el control de las estructuras partidistas.
¿Es así?
No.
No de todo.
Si los Comités Municipales de MORENA, eligieran a los candidatos a alcalde y el candidato a gobernador, sería vital el dominio de ese entramado.
Siendo diferente la mecánica eleccionaria, es un alto costo que están pagando los senadores y el alcalde: demoliendo al partido y dándose otro baño de pus.