Cada día queda de manifiesto que en este México lindo y querido hacen falta políticos coherentes, responsables, comprometidos con la gente y contrario a ello sobran personajes empoderados insolentes que lo único que hacen es faltarle el respeto al pueblo.

Nos faltaría espacio en esta colaboración para citarlos a todos y todas, pero para muestra ahí tiene usted a la gobernadora de Campeche, una mujer muy peculiar que se viste con atuendos típicos, pero muestra su desprecio por los indígenas.

“Ser mujer, ser pobre e indígena es lo peor que te puede pasar en la vida”, dijo SANSORES en pleno evento de inauguración de un centro libre para las Mujeres, donde estaba presente la mandataria nacional CLAUDIA SHEINBAUM y CITLALLI HERNANDEZ, titular de la Secretaria de Mujeres.

Las palabras de la gobernadora campechana se escucharon incongruentes, insolentes, despectivas, humillantes, como si fuera para avergonzarse o pecado el ser mujer y ser indígena.

Y como estaba presente la Presidenta y escuchó de viva voz lo dicho por la SANSORES, seguramente LAYDA dirá que se mal interpretaron sus palabras, que no fue lo que quiso decir.

Lo real es que sus dichos son el resultado de no tener capacidad para conectar la lengua con el cerebro, que les gane la soberbia y se retraten tal cual son.

Otra verdad es que lo dicho, quizá sin razonar, pero mostrando su pensar, echa por tierra el discurso de SANSORES y otros empoderados que hablan de que el pueblo bueno y pobre es el mejor, que las mujeres son valiosas y es un orgullo que se tengan pueblos indígenas en nuestro país.

Bueno, hasta al Presidente electo de la Suprema Corte de Justicia los encumbrados lo muestran como el segundo hombre de origen indígena que mandara en la más alta cúpula de poder legal.

Obviamente las palabras de LAYDA, aunque no fueron cuestionadas por SHEINBAUM ni por CITLALY y las dejaron pasar por boba, no pasaron desapercibidas por la ciudadanía ni por las personas que de verdad trabajan por los derechos de las mujeres, los pobres y los pueblos indígenas.

Primero en redes sociales el pueblo se manifestó en contra de lo dicho por la gobernadora campechana que quizá, como acaba de llegar Ámsterdam, venga muy fifí, pero no hubo comentarios a su favor ni siquiera del Estado que gobierna.

Pide la gente, en redes sociales, que LAYDA se disculpe por 60 días por sus dichos discriminativos, que la pongan en la lista de violentadoras y que todo lo que ella diga o quiera publicar sea primero supervisado por el pueblo, así como ella exige que todos aquellos que critiquen su mal actuar y peor desempeño laboral, lo hagan.

La Red Nacional de Abogadas de Mujeres Indígenas señalaron que el lenguaje de la gobernadora de Campeche perpetúa la discriminación y pidieron que acredite capacitación en derechos de pueblos indígenas y con perspectiva de género.

Exigen que LAYDA pida una disculpa pública por su lenguaje racista contra las mujeres indígenas de este México lindo y querido. Señalan que su actuar desigual contribuye mucho a que se continúe menospreciando a las mujeres, los pobres y los indígenas. Contribuye mucho a la discriminación.

Consideran las integrantes de la Red Nacional de Abogadas Indígenas que las declaraciones de LAYDA son clasistas, racistas, llenas de violencia contra el género femenino. Y tienen razón, pues no es lo peor nacer mujer, al contrario, es una maravilla, ser pobre tampoco es pecado y ser indígena debe ser siempre un orgullo, eso sí, lo peor que le puede pasar a cualquier persona es tener gobernantes como la gobernadora de Campeche.

En fin, la situación es que las palabras indolentes de la Gobernadora de Campeche siguen causando indignación entre la población, las abogadas piden que SANSORES se disculpe públicamente con las mujeres pobres e indígenas y que asista a una capacitación.

Lo real es que esa mujer ni volviendo a nacer tendrá buenas intenciones para sus representados, la traicionó su inconsciente, mostró realmente cuál es su pensar, llena de soberbia no midió sus palabras ni siquiera frente a la mandataria nacional, y eso también se da porque aparte de indolente, racista, clasista, generadora de violencia contra las mujeres, no conecta la lengua con el cerebro.