ANECDOTARIO.
POR JAVIER ROSALES ORTIZ.
RELATO.-Y las vecinas no se la acaban y hasta ya hacen apuestas
para valorar quien es el más fuerte en una semana de dimes y
diretes entre dos que eran considerados como buenos amigos con
cara sonriente, fuertes abrazos y muy empáticos en público y ante
las cámaras de televisión.
Mujeres son y es de ellas arrebatarse la palabra en plena calle,
allá en la colonia Américo Villarreal Guerra, en Ciudad Victoria,
capital de Tamaulipas, que en la campaña política para la
reelección de Eduardo Gattas Báez sirvió para una convivencia y
una comilona con Gerardo Illoldi Reyes, hoy integrante de la
administración estatal.
Y es que este lunes se cumple una semana del intercambio de
palabras que tuvieron los dos personajes arriba mencionados en
un acto público que no pasó desapercibido y en el que tuvo que
intervenir una alta autoridad para que las palabras y malos gestos
no pasaran a mas.
Esto ha sido calificado de mil maneras, pero las vecinas de ese
lugar no se quedan calladas porque “el buen Lalo” –así le llaman-
no merece un trato tan inmaduro por parte de “un junior” que
intento exhibirlo como alcalde de Ciudad Victoria.
Las más impulsivas vecinas aseguran que ésta no sería la primera
vergüenza que sucede, ya que hace algunos meses en esa
comilona Gerardo les pidió que no votaran por Lalo para la
reelección porque es un elemento que nada podía aportar para
mejorar Ciudad Victoria, por eso lleva las de perder.
Esto sorprendió a varias de ellas, porque –dicen- que hasta
leperadas uso en contra de Lalo, muy rencorosas por cierto.
Pero no faltó quien defendiera al alcalde, porque en tres años
transformo la Colonia donde habitan, que lleva el nombre del
padre del actual gobernador de Tamaulipas.
El mejor se calló y participó en la convivencia, pero el golpe ya
estaba dado.
Se deduce, entonces, que el perdedor de este nuevo suceso es
Gerardo, quien por cierto en ese convivio con colonos dijo que él
estaba más carita que Lalo.
Y es que eso que le reprocho en público de que pensó que eran
buenos amigos, huele mal, más bien muy mal.
Usted tiene, la última palabra.
RELATO 2.-No soy egresado de la UAT, pero como me hubiera
gustado haber tenido acceso a una beca, por modesta que sea,
porque para un provinciano estudiar una carrera universitaria en
el Distrito Federal, es un desafío descomunal.
Pagar renta, vestirse, comer y para el transporte, entre otras
cosas, es demasiado para un universitario que nunca da un paso
hacia atrás, por eso ahora comprendo que en Tamaulipas apoyar
con una beca a más de 6 mil 500 estudiantes, es histórico.
Esto lo hizo, junto con el gobierno estatal, el Rector de la
Universidad Autónoma de Tamaulipas, Dámaso Anaya Alvarado,
porque con ese apoyo se reducirá la deserción escolar hasta en un
80 por ciento.
Dice el rector que es como un premio a la perseverancia del
estudiantado, un alivio para una necesidad.
Extraño a la UNAM, pero me cae bien la UAT por esto y, otros
aciertos.
Correo electrónico:técnico.lobo1 gmail.com