DE PRIMERA …… LA DAMA DE LA NOTICIA

POR ARABELA GARCIA …


 «La juventud tamaulipeca responde con hechos y medallas»

En un país que tanto necesita ejemplos positivos, la juventud de Tamaulipas está alzando la voz sin discursos ni pancartas: con resultados. El reciente reconocimiento del gobernador Américo Villarreal Anaya en el marco del Día Internacional de la Juventud no fue un simple acto protocolario, sino una oportunidad para poner el reflector donde debe estar: en las y los jóvenes que hoy están dejando el nombre del estado en alto.

Tamaulipas no solo participa, compite. Y ahora, gana. La delegación estatal que representó al estado en la Olimpiada Nacional 2025 obtuvo 33 medallas más que el año anterior. Esto no ocurre por casualidad: es fruto de preparación, esfuerzo personal, acompañamiento familiar y políticas públicas que comienzan a dar resultados. La juventud tamaulipeca, lejos de los estereotipos de apatía o indiferencia, está mostrando un compromiso admirable con la excelencia.

El caso de Alejandro Avilés González, “La Flecha”, es el mejor ejemplo de ello. Cuatro medallas de oro en el Abierto Europeo de Atletismo para atletas con Síndrome de Down, dos de ellas con récord mundial incluido. Tamaulipas no solo tiene talento: tiene disciplina, tiene coraje, y ahora tiene referentes de talla internacional.

Las palabras del gobernador son claras: estos jóvenes no son solo orgullo, son ejemplo. Y es precisamente eso lo que necesita cualquier sociedad para avanzar. Ejemplos que inspiren, que abran camino, que eleven el estándar de lo que significa ser joven en Tamaulipas hoy.

Lo que también es digno de resaltar es el respaldo institucional. La infraestructura deportiva se ha modernizado, las becas están garantizadas y programas como el de los jóvenes voluntarios del “Programa Techo” o los participantes en robótica internacional muestran que la apuesta es integral: no se trata solo de deporte, sino de ciencia, tecnología, valores y compromiso social.

Los logros individuales son importantes, pero cuando una generación entera comienza a destacarse en distintas áreas, es porque algo más profundo se está moviendo. Y en Tamaulipas, esa fuerza joven ya es una realidad.

 «Matamoros: del rezago crónico al potencial ignorado»

En Tamaulipas se habla de movimiento, de proyectos, de cambios. Pero entre el discurso y la realidad hay un abismo. En muchos municipios —como Matamoros— no basta con que “se muevan cosas”, lo que se necesita es que se concreten proyectos de impacto, sostenibles y generadores de riqueza a largo plazo. Un ejemplo claro es el Puerto Matamoros, una promesa largamente acariciada, que hasta ahora sigue más cerca de la plegaria que de la productividad.

La esperanza está ahí, pero no es suficiente rezar para que el proyecto fructifique. Se necesita voluntad política, inversión real, rendición de cuentas y, sobre todo, visión estratégica. Si el puerto logra consolidarse, Matamoros podría insertarse en cadenas logísticas globales, atraer inversión, generar empleos y cambiar su narrativa de abandono. Es decir, dejar de ser nota por lo que nos avergüenza y comenzar a figurar por lo que vale la pena mostrar.

Matamoros tiene historia de pujanza. No es una exageración decir que fue una ciudad en la que el dinero se movía y el empleo fluía. Hubo un tiempo en que la movilidad laboral era la norma, y el dinamismo económico una identidad. Hoy, eso es recuerdo. En su lugar, tenemos precariedad, incertidumbre y resignación. Eso tiene que cambiar.

Es hora de dejar atrás la caricatura de Matamoros como el lugar que “solo produce cumbia y nostalgia”. No se trata de negar las raíces culturales —al contrario—, se trata de superar el estancamiento. Tenemos que aspirar al Matamoros turístico, industrial, exportador. Al Matamoros con parques industriales llenos, con un malecón activo, con centros de innovación y con empleos dignos para su juventud.

Pero eso no ocurrirá si seguimos esperando que otros nos vengan a resolver la vida. La transformación comienza cuando se levanta la cabeza y se usa la mano no para pedir, sino para construir. Ya basta de conformismo. Matamoros tiene con qué. Lo que falta es que se lo crea, lo exija y lo ejecute.

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